Joan Laporta está en boca de todos. El que fuera presidente del FC Barcelona entre 2003 y 2010 es, a día de hoy, el gran favorito a ganar las elecciones del próximo 24 de enero. Eso provoca que la mayoría de precandidatos hablen de él. Y muchos lo hacen para atacarle, criticarle y tratar de desprestigiarle.
El último ha sido Agustí Benedito. El aspirante a la presidencia ha cuestionado el cambio de actitud reciente del abogado en una entrevista concedida a Btv: "Laporta me ha sorprendido cuando ha dicho que se debe mirar hacia adelante y no hacia atrás. La anterior junta destrozó al Barça y los socios tienen derecho a conocer la información".
No solo eso, sino que además, ha insinuado un pacto entre Sandro Rosell y Joan Laporta: "Creo que Laporta ha intentado ampliar su base y Rosell, que dijo públicamente que quería influir en el club, ha tomado la decisión de apoyarlo. Josep Maria Bartomeu podría votar también a Laporta. Lo ven caballo ganador".
Messi, Koeman y Monchi
Como no podía ser de otra manera, Benedito también habló del futuro de Leo Messi y advirtió que debería bajarse el sueldo: "Sería muy importante que continuara. Un club necesita un jugador franqucia. ¿Quién mejor que Messi? Está aquí desde hace veinte años. Eso sí, soy muy pesimista. Se debería reducir su ficha porque se deben recortar hasta 230 millones de euros de la masa salarial".
Leo Messi celebrando el gol contra el Athletic Club / EFE
Por lo que respecta a Ronald Koeman, Benedito reiteró su apoyo al héroe de Wembley y apuntó que hubiera sido su fichaje de ganar en 2015: "Hablé con él en 2015 para que fuera el entrenador del Barça. Es un culé y un mito. Espero que abra una etapa de muchos años en el banquillo azulgrana".
En cuanto a Monchi, otro nombre que ha sonado durante la precampaña, reveló que "hubiera venido seguro en 2015, aunque no teníamos nada firmado. Él sabe que si gano las siguientes elecciones le meteré en un lío para que se incorpore al FC Barcelona. Él es mi prioridad".
Espai Barça y la economía
Saliendo del plano deportivo, Benedito se mostró reacio al Espai Barça: "Reformar el Camp Nou comportaría ocho años de incomodidades para los aficionados y no bajaría de los 600 millones de euros. Deberíamos mover a los aficionados de sus localidades cuando se deba reformar una zona. Tendríamos 80.000 personas entrando y saliendo de un estadio lleno de grúas. Que no nos diga nadie que no podemos tener un estadio nuevo. Si soy presidente, lo tendremos".
Imagen de archivo del Espai Barça EFE
Por último, en cuanto al apartado económico, Benedito señaló que "el Barça debe hacer frente en el mes de junio a 400 millones de euros de pagos que no tiene. El club está en situación concursal y estaría en los juzgados si fuera una mercantil normal. Tendríamos que reducir gastos y es imposible realizar grandes fichajes. Haremos una auditoría y pediremos responsabilidades a la junta anterior si es necesario".