Joan Laporta presentó este miércoles, en la fábrica Moritz de Barcelona, algunas de las propuestas sociales de su precandidatura Estimem el Barça. El expresidente del club azulgrana estuvo acompañado de Elena Fort, Josep Ignasi Macià y Miquel Camps, miembros de su proyecto y directivos en caso de que el abogado gane las elecciones.
Todos ellos presentaron una retahíla de propuestas que incluye la incorporación de un mensaje solidario en la camiseta, la opción de que todo el mundo pueda ser socio y la mejora de la Grada d'Animació como elementos más destacados. El acto duró cerca de hora y media, por lo que hubo tiempo para que se produjeran comentarios más desenfadados.
Insultos a Butragueño
Cuando salió a la palestra el tema de los Boixos Nois, la Grada d'Animació y el peso que debe tener el público en los partidos del Camp Nou, Camps aseveró que "yo iba mucho a animar detrás de las porterías e insultaba a los rivales. Por ejemplo, a uno de los que increpaba era a Butragueño".
Emilio Butragueño en una imagen de archivo / EFE
Camps siguió explicando la anécdota: "Muchos años después, me encontré con él en el Hotel Sofía y le felicité por lo buen jugador que había sido. Ojalá hubiese sido del Barça".
La anécdota de Camps tenía un fin claro: "Hay que diferenciar el comportamiento". El miembro de la precandidatura Estimem el Barça aseveró que es importante saber separar lo que sucede dentro de los terrenos de juego y no trasladar la violencia fuera de ellos.
Tolerancia cero
El mensaje, tanto de Camps como de Fort y Laporta, fue conciso: "Hay que tener tolerancia cero con los violentos". Los miembros de la precandidatura recordaron la labor del abogado con los Boixos Nois en su etapa como presidente. Aseveraron, además, que hay que evitar que los ultras se desplacen con el equipo como ha sucedido alguna vez en los últimos años.
Así fue el acto de presentación del área social de Laporta / JL
La anécdota de Miquel Camps, si bien es curiosa, tenía una lectura clara: en el estadio, siempre con un límite, es razonable gritar, espolear al equipo y tratar de minar la moral del contrario. Fuera de él no se juega ningún partido y, por lo tanto, es inconcebible realizar actos violentos.