Uno de los epicentros en torno a los que girarán las próximas elecciones a la presidencia del FC Barcelona será el Espai Barça. ¿Qué pasa con el nuevo Camp Nou? ¿Hay que tirar adelante las obras de reforma planificadas por la junta de Bartomeu? ¿Hay que detener el proyecto que fue aprobado en referéndum e idear un nuevo plan?
Estas preguntas las deben responder los candidatos a presidir el club y, precisamente este lunes, dos de ellos dirigieron el foco del debate hacia las faraónicas obras que deben transformar el Camp Nou. Xavier Vilajoana y Agustí Benedito desvelaron los planes que tienen para el coliseo balugrana. A pesar de ser contrincantes, se pusieron de acuerdo a la hora de hablar del Estadi Olímpic Lluís Companys, situado en Montjuïc. Aunque, a la hora de la verdad, sus propuestas fueron diametralmente opuestas.
Xavi Vilajoana, junto a los 11 miembros que formarán su junta directiva | CULEMANIA
Vilajoana, a través del arquitecto que se encargaría del área de patrimonio en su junta si ganan las elecciones, Carlos López de la Vieja, expuso que su plan también pasa por reformar el estadio. Sin embargo, en lugar de hacerlo en muchos años, y en fases divididas por los parones de la actividad deportiva, lo que propone el exdirectivo blaugrana es dedicar dos años enteros a reformarlo para, durante ese tiempo, trasladarse a jugar a otro espacio.
La opción favorita de Vilajoana es el Estadi Olímpic de Montjuïc, con capacidad actualmente para unas 56.000 personas. Según apuntó el aspirante a la presidencia blaugrana, podrían alcanzar unas 72.000 plazas incluyendo gradas supletorias, con lo que afectaría a unos 20.000 abonados, pero durante un lapso de tiempo más breve para tener el nuevo campo cuanto antes.
Derrocar el Camp Nou para construir uno nuevo desde cero
Agustí Benedito, por su parte, expuso en una rueda de prensa convocada una hora y media después de la de Vilajoana que la idea de jugar temporalmente en Montjuïc le parece bien. Sin embargo, su propuesta fue mucho más rompedora. Acompañado de la prestigiosa arquitecta Benedetta Tagliabue, el por tercera vez aspirante a la presidencia culé afirmó que si él gana las elecciones no se reformará el Camp Nou. Benedito es partidario de construir un estadio nuevo, aunque ello pueda suponer disparar el gasto.
El precandidato, que superó el corte de firmas en 2010 y 2015 pero nunca llegó a plantar cara a los ganadores de las respectivas contiendas, se mostró partidario de demoler el actual Camp Nou para construir un estadio nuevo en el mismo sitio. El plan de Benedito sería trasladar a la afición a Montjuïc durante tres años, ya que una obra nueva requeriría al menos un año más de trabajos que la reforma propuesta por Vilajoana.
Benedito, junto a los 16 miembros de su junta directiva | CULEMANIA
Como alternativa, Benedito también propuso que su segunda opción sería construir el estadio nuevo en la Ciutat Esportiva, con lo que habría que cambiar también de lugar los campos de entrenamiento. Un plan un poco complicado que ya se ha topado con el rechazo del ayuntamiento de Sant Joan Despí. Del mismo modo que, sobre la posibilidad de derruir el Camp Nou, también han salido voces afirmando que no sería posible sin permisos administrativos ya que es una obra arquitectónica con valor histórico, que a priori no se puede derrumbar.
Uno de los temas en que Benedito hizo hincapié fue el económico. Aseguró que, si bien la reforma actual ya se disparaba a unos 815 millones de euros contando los intereses iniciales --que no los sobrevenidos--, su propuesta de hacer un estadio desde cero costaría tan solo unos 900 millones. Por tanto, aseguró Benedito, la diferencia de coste haría lógico apostar por la construcción de un estadio nuevo que no por una reforma que, a la larga, podría terminar siendo contraproducente. El motivo, que al hacerse la obra sobre un esqueleto construido en los años 50, la posibilidad de que la estructura aguante bien es menor y en no demasiados años habría que volver a hacer obras e inversiones importantes.
Deuda disparada
Lo que no parecía preocupar a Benedito es el tema de la deuda. Aunque dice tajantemente que se debe reducir la masa salarial, Benedito asume que la deuda tendría que crecer para poder construir un campo nuevo. En cambio, el equipo de Vilajoana afirmó que se comprometen a reducir la deuda a unos 300 o 400 millones de euros que sean sostenibles en proporción a los ingresos del club, que deben dispararse todavía más.