El pasado 5 de diciembre de 2019, el FC Barcelona y Ansu Fati cerraron la renovación de su contrato. El juvenil, que ya empezaba a aparecer con frecuencia en el primer equipo, quedaba blindado hasta el 30 de junio de 2024 y una cláusula de rescisión de 400 millones de euros.
Ahora han aparecido diferentes interpretaciones sobre esa mejora de contrato. Según el club, firmó hasta 2022 con una cláusula unilateral por dos temporadas más. El entorno del jugador, con Jorge Mendes y Bori Fati en cabeza, defienden que el contrato termina en 2022 y que no existe ninguna cláusula.
¿Qué dice la FIFA sobre la normativa?
Según publicó Mundo Deportivo al respecto, hay diferentes interpretaciones sobre esta normativa. Concretamente es el apartado 18 de la normativa FIFA se refiere a la disposición adicional con los contratos entre los jugadores profesionales y el club.
Ansu Fati lamentándose de una ocasión fallida en un partido de visitante / EFE
En el punto número 2 especifica que “la duración máxima de un contrato será de cinco años”. También que “los jugadores menores de 18 años no pueden firmar un contrato de profesionales de una duración mayor de tres años. No se acepta cualquier cláusula de un periodo mayor”. Cuando firmó, Ansu tenía 17 años.
“Cualquier otro contrato de una duración distinta se permitirá solamente si se ajusta a la legislación nacional”, especifica la cláusula. Según la entidad, en España se permiten hacer este tipo de contratos como el que firmó el ejemplo en 2019, pero sigue habiendo disparidad de opiniones.
La única salida posible
A todo esto, los culés no deben temer una salida de Ansu Fati. El jugador quiere continuar en el club y el Barça lo considera como imprescindible para un futuro a corto y largo plazo. Por ese motivo, no se descarta una pronta renovación cuando entre una nueva junta directiva. Coge fuerza la posibilidad que renueve al alza hasta 2026.