El FC Barcelona está en una situación especialmente delicada a nivel económico. La pandemia del coronavirus ha dinamitado por completo unos presupuestos donde se aspiraba a superar los 1.000 millones de euros por primera vez en la historia. Y ha evidenciado que los disparatados sueldos de los deportistas eran insostenibles.
En este sentido, el club azulgrana ya baraja distintas alternativas para reducir el impacto provocado por la crisis del Covid-19. La más directa e inmediata es una redistribución salarial tanto a jugadores como trabajadores, que de momento se sigue negociando. En total, se necesitan equilibrar cerca de 300 millones para no acabar de nuevo la temporada con pérdidas.
Carles Tusquets en su llegada a las oficinas del Barça / EFE
Asimismo, también se plantea apostar por nuevas áreas de negocio, como la ficción o el Barça Corporate, para solventar una de las carpetas que más preocupan: la deuda a corto y largo plazo, que ya asciende a 820 millones de euros y se ha accentuado todavía más en el último año.
48% más de deuda
Como ya informó en su día Jordi Moix, exvicepresidente económico, en la presentación del balance económico, la entidad tiene una deuda total de 820 millones de euros y a corto plazo, a devolver antes de agosto de 2021, se deben pagar unos 400 millones. Del total de esta deuda, 420 millones es con entidades bancarias; 323 millones, con otros clubes y 18 millones corresponden a cobros anticipados.
Esto supone un incremento del 48% respecto a la deuda con la que se cerró el ejercicio anterior, con fecha de 30 de junio de 2019, cuando se situaba en 554 millones de euros. El mayor incremento se produce en el endeudamiento bancario, que se ha disparado un 77%, pasando de 271 millones en junio de 2019 a 480 millones de junio de 2020.
Precisamente, sobre el endeudamiento bancario, el FC Barcelona recurrió hace unos meses al Instituto de Crédito Oficial (ICO) para conseguir un crédito para afrontar los pagos de sus plantillas. Concretamente, se renovaron las pólizas de crédito por cerca de 120 millones con CaixaBank, Santander, Bankia, BBVA y Sabadell a pagar en los próximos años. En este sentido, se amplicaron los plazos de estas líneas hasta los tres años, frente a los 12 meses anteriores, y en cerca de un 10% los importes.
Jordi Moix en una imagen de archivo / FC Barcelona
“Esta crisis afecta directamente a dos elementos capitales en el fútbol: la asistencia a los estadios y los viajes para las competiciones internacionales, de manera que el impacto es mayor que otras crisis”, comentó Jordi Moix. La rebaja salarial de los deportistas se antoja clave para guiar de nuevo la nave en la buena dirección, y más en un contexto donde todavía no se sabe a ciencia cierta cuándo podrá regresar la normalidad.
Deuda con Goldman Sachs
En parte, esta deuda creció de forma considerable por el préstamo acordado con Goldman Sachs para financiar al Espai Barça. 815 millones de euros a 30 años, con unos intereses de un 3-4%. Una decisión que criticó Marc Ciria, responsable económico de la candidatura de Joan Laporta en 2015, argumentando que se apostó por este crédito para pagar el día a día del club.
"Se está utilizando la deuda a 30 años para pagar los salarios de este ejercicio. A Goldman Sachs ya le parece bien porque está cobrando unos intereses entre el 3 y el 4%. La pregunta es cómo se ejecutaría el impago de la deuda. Cuando hay un préstamo de un banco de inversión las cláusulas son mucho más firmes que las de un banco tradicional. La junta lo necesita para arreglar los números antes de irse", apuntó.
Una imagen de archivo de l'Espai Barça / FC Barcelona
Lo que es evidente es que la situación económica del Barça es más que preocupante. Se necesitan medidas contudentes ya para poder solventar el duro golpe. El aplazamiento del pago para la deuda a corto plazo se antoja necesaria a través de una redistribución salarial. Sin embargo, a largo plazo, y con el crédito por el Espai Barça sobre la mesa, la deuda será todavía más difícil de equilibrar. Y más en plena situación de pandemia.