Ansu Fati ha sido una de las mejores noticias del FC Barcelona en lo que llevamos esta temporada. Fue un palo para el propio jugador y todo el barcelonismo su lesión en el menisco interno de la rodilla izquierda. El extremo de 18 años se puede estar entre tres y cuatro meses de baja.
Cuando en enero entre un nuevo presidente, éste tendrá sobre la mesa dos carpetas de máxima prioridad. Primero, la rebaja y reajuste salarial de la primera plantilla. Segundo, aclarar la continuidad de Leo Messi en el Camp Nou. El argentino termina contrato en verano de 2021 y puede salir libre.
A todo esto, Miguel Rico en Mundo Deportivo destapa otro posible problema que tendría que resolver rápidamente la nueva junta directiva. Ansu Fati mejoró su contrato como profesional el pasado 5 de diciembre de 2019 hasta 2024, pero el entorno del jugador defiende que no es así, que termina en 2022.
El papel de Jorge Mendes
Tal y como hemos comentado, el extremo renovó hasta el 30 de junio de 2024 con una cláusula de rescisión de 400 millones de euros. Así lo confirmó el propio Barça con un comunicado. Ahora, el padre del futbolista, Bori Fati, y el agente Jorge Mendes no entienden ese acuerdo así.
Jorge Mendes, en las oficinas del FC Barcelona / EFE
El club considera que se firmó hasta 2022 con dos años más de opcionales. Por parte de los asesores del jugador defienden que acaba sí o sí en 2022. Las condiciones deberán revisarse y, si los segundos tienen la razón, trabajar en una mejora que lo blinde de ofertas exteriores. Si no lo hace, en enero de 2022 podría negociar con cualquier equipo. Culebrón a la vista.
En agosto de 2020, Ansu cambió de representante. Dejó de ser asesorado por Rodrigo Messi para pasar a Jorge Mendes. Desde entonces empezaron a surgir rumores sobre un posible traspaso al Manchester United y ahora el debate de su renovación.
¿Nuevo contrato?
Ansu Fati, como es de esperar tras acabar de dar el salto al primer equipo, es uno de los que menos cobran en el Barça. Tendría un sueldo de unos cuatro millones de euros brutos, como los otros jóvenes Riqui Puig, Ronald Araújo o Pedri González. No sería de extrañar pues, que con un nuevo presidente y si sigue con esa progresión, le ofrezcan un nuevo contrato.
De momento, las voces del club van en la misma línea: es imprescindible y no lo dejarán escapar. Tanto el cuerpo técnico como la secretaría técnica lo consideran como una pieza indispensable para el equipo del futuro. Todo lo que no sea aclarar la situación de su contrato, con una renovación si es necesario, sería inexplicable.
Ansu Fati y Sergio Ramos en el clásico / FC Barcelona
Aunque son meras especulaciones, ya empieza a sobrevolar en el Camp Nou el rumor que la intención de los agentes del futbolista es que renueve por cinco años, hasta 2026, se le aumentaría el sueldo considerablemente y se despejaran así todas las dudas. Todo esto, dependerá del nuevo presidente.