Sandro Rosell, expresidente del FC Barcelona, ha sido absuelto por la Audiencia Provincial en el litigio que mantenía con Jaume Roures después que éste le denunciara por espionaje. Según informa el despacho de abogados Molins, la Audiencia Provincial ha archivado el caso y ya no se puede recurrir judicialmente.
La Audiencia Provincial ha desestimado también el recurso de apelación del fundado de Mediapro por haber dejado fuera de la causa en su día a la entidad. En febrero de 2016, interpuso una querella contra el expresidente por “espionaje sistemático, deliberado y organizado”.
El empresario audiovisual acusaba a un trabajador de su empresa de entrar en el sistema informático de la compañía para robar centenares de correos de Jaume Roures y remitírselos a Sandro Rosell y Joan Carles Raventós. La querella fue para ellos dos y Robert Cama, informático, Bonus Sport Marketing, Socktel Servicios Informáticos y FC Barcelona. Cinco años después, la justicia ha dado la razón a Sandro Rosell.
Pau Molins y Sandro Rosell pariticpan en 'El cas Rosell' / EFE
Comunicado del bufete
El comunicado del bufete de abogados Molins ha sido muy claro: Tal como es de ver en la resolución que se adjunta a la presente nota, la Audiencia concluye que no existen indicios suficientes que avalen la tesis del Sr. Roures y Mediapro según la cual dicho espionaje fue inducido o instigado por Sandro Rosell, con la cobertura del FC Barcelona.
Roures se ha dedicado a propagar durante años sus infundadas sospechas contra el Sr. Rosell, sonoramente amplificadas gracias a sus constantes apariciones en los medios de comunicación, de las que cabe esperar una inmediata rectificación.
Según Pau Molins, abogado de Sandro Rosell: “La Audiencia de Barcelona, con su resolución, ha evitado que Sandro Rosell se viera de nuevo sometido a un juicio penal por acusaciones sin fundamento, después de haber sufrido una de las más vergonzantes “penas de banquillo” de la historia de la Justícia española, tras haber pasado dos años de su vida en prisión provisional por un supuesto delito que en realidad nunca tuvo lugar (caso Lamela)”.
Una tensión que viene de lejos
La polémica entre Sandro Rosell y Jaume Roures viene de lejos, más allá de 2010, antes que ganara las elecciones presidenciales. Su rivalidad se intensificó cuando ocupó la presidencia del club. En 2011, Mediapro se encargaba de la producción de Barça TV (desde la era Laporta) y se hizo con los costes de mantenimiento del canal.
Jaume Roures, presidente de Mediapro, en una comparecencia pública anterior / EFE
En 2015, ya con Josep Maria Bartomeu, la televisión de la entidad pasó a ser gestionada por Telefónica. Un cambio que abrió una guerra entre los dos. “El último contrato se firmó en 2011 y lo rubricó Sandro Rosell. Ese mismo día se firmaron una serie de contratos paralelos. Cuando negociábamos la renovación con Bartomeu, el Barça firmó con Telefónica”, comentó en su día Roures.
La tensión fue tal que incluso Sandro Rosell, en entrevistas recientes ha insinuada que el propietario de Mediapro se podría esconder detrás de la demanda que le llevó a la cárcel: “Quiero saber quién hay detrás, porque no creo que esto se le ocurra a algún fiscal al despertarse”. Ahora se pone fin a un episodio de la historia.