La dimisión de toda la junta directiva de Josep María Bartomeu al frente del FC Barcelona ha obligado a activar una nueva hoja de ruta y nuevo calendario electoral en el club azulgrana. La cúpula culé ha sido sustituida por una Comisión Gestora, tal y como obligan los Estatutos de la entidad, que estará presidida por Carles Tusquets y formada por siete miembros más.
Un cambio que se produce en unos tiempos más que convulsos en el Barça. La directrices no son del todo claras sobre cuáles son las funciones de la Gestora. La única que es indudable es que son responsables de convocar unas elecciones en un máximo de tres meses. Pero a parte de eso, el artículo 35.4 indica deberán ejercer "las funciones de gobierno, administración y representación que competen a la Junta Directiva, pero limitadas a los actos necesarios e imprescindibles para el mantenimiento de las actividades normales del club y la protección de sus intereses”. La gran pregunta es, ¿qué actos se consideran necesarios e imprescindibles?
Carles Tusquets en su llegada a las oficinas del Barça / EFE
De momento, la Gestora, junto al CEO Óscar Grau, deberán hacerse cargo de la rebaja salarial a deportistas y trabajadores. La Mesa de Negociación acaba el día 5 de noviembre, y el club necesita rebajar hasta en un 30% sus gastos para asegurar los presupuestos de cara al curso que viene. No obstante, esta será solo uno de los grandes contratiempos a los que deberá enfrentarse el grupo liderado por Tusquets.
Un mercado de fichajes clave
En el horizonte está también un mercado de fichajes que se antoja clave para el proyecto deportivo de Ronald Koeman. El técnico holandés sigue obsesionado en las llegadas de sus compatriotas Wijnaldum y Depay, que además acaban contrato en 2021, por lo que podrían llegar por una cantidad asumible. El entrenador azulgrana ya avisó que buscará su incorporación el próximo mes de enero, ya que los considera claves para afrontar con garantías el final de temporada.
Por su parte, existe también urgencia en fichar un central. Samuel Umtiti no cuenta para Koeman, lo que deja a la plantilla con solo tres jugadores para ocupar el eje de la defensa. Ante cualquier contratiempo, las piezas son mínimas. Éric García quiere volver al Camp Nou, y el Barça tiene el OK del jugador para incorporarle lo antes posible.
Ronald Koeman, durante su estreno en Champions con el Barça | EFE
A esto hay que sumar la posible salida de algunos jugadores como el mismo Umtiti, Martin Braithwaite, Antoine Griezmann o Ousmane Dembelé, que podrían ser un incentivo importante a nivel económico para el club. Pero, ¿puede la Gestora negociar fichajes o ventas?
Dos precedentes polémicos
En principio, no debería. Su principal función es convocar elecciones y solventar los contratiempos indispensables hasta la llegada de una nueva Junta Directiva. Sin embargo, existen dos precedentes en la Gestora que se formó en 2015, tras la dimisión de Bartomeu como presidente en funciones para presentarse a los comicios.
Primero, la venta de Gerard Deulofeu al Everton a cambio de seis millones de euros; y posteriormente el fichaje de Arda Turan, por el que se pagaron 35 kilos al Atlético de Madrid. Ambas decisiones se tomaron por una petición expresa de Luis Enrique, el técnico en aquellos momentos.
Luis Enrique, en su etapa como entrenador del Barça | EFE
No obstante, no tardaron los diferentes precandidatos a poner el grito al cielo, por dos movimientos que se realizaron con mucha rapidez, sin tener cuenta su opinión y a pocos días de ser escogida una nueva directiva. ¿Realmente eran estas dos operaciones tan necesarias e imprescindibles para garantizar los intereses del club?
La Gestora fue incluso amenazada con denuncias al considerar que se habría extralimitado en sus funciones y causó un perjuicio evitable a la entidad. Por tanto, es complejo hablar de fichajes con una Gestora al frente del FC Barcelona. Debería tratarse de movimientos que no generasen ningún tipo de duda entre los socios y los precandidatos, e indispensables para asegurar los intereses del Barça.