Tensión y cruce de declaraciones entre el FC Barcelona y la Secretaria General de l’Esport, organismo que depende de la Generalitat de Catalunya, sobre la celebración del referéndum de la moción de censura. Mientras el club acudió a la Guardia Civil por la validación de algunas firmas dudosas; si la policía no lo para, en los próximos días se tiene que convocar a los socios a las urnas.
Román Gómez Ponti, jefe de los servicios jurídicos del club, comentó a finales de semana que “la carta de Gerard Figueras --pidiendo el referéndum-- vulnera una ley publicada el 10 de septiembre en el DOC. Si hay una ley que dice que no se puede votar un voto de censura, me sorprende que la mese no lo valore el primer día”, con clara intención de poner freno a todo el proceso.
El secretario general del deporte, Gerard Figueras, por su parte insiste en que no se ha leído bien la ley y que sí que es posible celebrar votaciones, siempre que se cumplan las medidas de prevención del coronavirus: “No hay ningún tipo de impedimento de tipo legal que lleve a decir que no se puede celebrar el voto de censura”.
Motivo médico
La junta de Josep Maria Bartomeu quiere garantizar que los socios no pondrán en peligro su salud al ir a votar en el referéndum de apoyo al presidente. Este fin de semana se ha confinado la Comunidad de Madrid y Josep Maria Argimon, secretario de Salut Pública de la Generalitat de Catalunya, apuntó el sábado que “en las próximas semanas puede ser Barcelona”.
El experto en la pandemia hizo un llamamiento a la serenidad y al sentido común, pidiendo los mínimos movimientos posibles y las aglomeraciones de personas. A todo esto, la Secretaria General de l’Esport insiste en que toda votación es posible si se cumplen una serie de requisitos.
Gerard Figueras en una imagen de archivo / Redes
Mientras la asamblea está descartada --pues tiene que agrupar a muchas personas en un solo punto--, diferente puede ser el referéndum. Gerard Figueras propone varias sedes de voto para evitar aglomeraciones, reducir al máximo los desplazamientos o no permitir más de seis personas por local; más las medidas a las que estamos acostumbrados.
Los socios del extranjero
Otro de los puntos que generan dudas es cómo se podrá garantizar el voto de aquellas personas que viven en el extranjero y que, debido a las restricciones de desplazamientos, no podrían participar en la votación. Defienden que ellos también tienen el mismo derecho que los socios residentes en Cataluña.
Difícilmente habrá tiempo para trabajar en el voto al extranjero como si de unas elecciones administrativas se tratase. Los estatutos marcan que el voto debe ser presencial, no telemático ni de otro tipo. Pero para la junta directiva de Bartomeu es clave poder ofrecer un trato igual a todos los socios del Barça, se encuentren donde se encuentren.
La gente mayor
Algo que preocupa y mucho es la movilidad de la gente mayor. Es posible que los votantes con más edad no se desplacen a los puntos de votación por muy cerca que estén pues son personas de riesgo y en tiempos de pandemia su salud corre especialmente peligro.
Socios del Barça votando en las elecciones de 2015 / Redes
Esto, que puede parecer de poca relevancia, puede resultar clave. Podría jugar en contra de Bartomeu no movilizar a ese segmento, pues suele ser el tipo de socio de corte más conservador y que menos cambios quieren en la presidencia. Sin su apoyo, el referéndum pintaría muy mal para los intereses de la junta actual.