La validación de las firmas necesarias para ejecutar el voto de censura no cambia los planes de la junta directiva que preside Josep María Bartomeu. Al menos, por ahora. Viendo como avanzaba el recuento de firmas, era cuestión de días que estas fuesen validadas. Los impulsores de la moción han alcanzado 18.090 apoyos. Sin embargo, el proceso todavía no ha terminado y en el club entienden que hay que seguir tomando decisiones.
Por este motivo, Bartomeu convocó a todos los miembros de su junta directiva este miércoles a partir de las nueve de la noche para valorar la situación actual. Sin obviar la moción de censura, que es uno de los temas puestos sobre la mesa, la voluntad del presidente pasaba por cerrar la fecha y convocatoria para celebrar la asamblea de socios compromisarios.
Escarnio público
Esta es ahora la prioridad de Bartomeu, que está decidido a presentar sus cuentas y someterlas a la aprobación de la asamblea. Sin embargo, no se descarta que en esta reunión algún directivo se manifieste a favor de presentar la dimisión. Aunque la mayoría mantienen su apoyo al presidente, especialmente porque muchos directivos consideran que se está haciendo un escarnio público de su figura injustamente.
Por este motivo, no parece probable que se tome ninguna decisión vinculante en la reunión de junta que se celebra en estos momentos. La prioridad es convocar la asamblea de compromisarios, a priori prevista para el fin de semana del 25 de octubre. Y, además, comentar tanto el tema de la moción como otros dos asuntos de gran relevancia: el avance del proceso de reducción de salarios a los trabajadores del club y la valoración de cómo se deben gestionar los plazos de actuación con el Espai Barça.