Jaume Feliu es el director de gestión y relaciones externas del área social del Museu del FC Barcelona. Además, es el presidente del Comité de Empresa de la entidad deportiva. ¿Y por qué es interesante ahora fijarse en su figura?
Debido a que la crisis del coronavirus sigue causando estragos económicos en el Barça --después de la tensión generada por el ERTE aplicado a los jugadores de los primeros equipos del club del 70% desde marzo hasta que han vuelto a las competiciones--, Feliu volverá a ser clave en una nueva negociación para reducir los gastos del club.
Josep María Bartomeu resguarda su rostro serio tras la mascarilla / EFE
Si bien la junta directiva se ha desprendido en los últimos días de algunas estrellas de renombre para aligerar unos 80 millones de euros de la masa salarial, queda patente que las medidas adoptadas hasta ahora no han sido suficientes. Por eso, este martes el club anunció a nivel interno la voluntad de constituir una mesa de negociaciones de ámbito laboral para establecer una reducción de los salarios a los deportistas profesionales y demás empleados.
El papel de Jaume Feliu en los recortes del club
En el comité de empresa están informados de esta situación desde las ocho de la tarde de este martes y su presidente, Jaume Feliu, está llamado a liderar la constitución de una mesa de negociación donde habrá representantes del club y representantes de los trabajadores.
Así como Sergio Busquets podría ser la voz sindicalista del vestuario, la prioridad de Feliu es defender a los empleados y tratar que el recorte solo afecte a los deportistas profesionales, cuyos salarios representan unos 600 millones de euros, y no sobre los restantes empleados del club. Estos, aunque son muchos más –540 trabajadores– obviamente cuestan mucho menos dinero a la entidad: 37 millones.
Bartomeu y Grau visitando el entrenamiento del Barça / FC Barcelona
Las pérdidas del Museu
El Barça tuvo que cerrar sus instalaciones desde marzo de 2020 hasta el 12 de junio y entre ellas el Museu del Barça, un espacio que generaba una ganancias más que considerables. Durante las últimas temporadas, el club había decidido sacar verdadera rentabilidad al espacio con grandes ofertas y había funcionado, gracias a los esfuerzos de Feliu por convertir las diferentes visitas en algo que pudiera atraer a un público global.
Durante la temporada 2017/18 el museo facturó 57,67 millones de euros, lo que sirvió y hasta sobró para pagar las nóminas de los trabajadores de apie del club, acercándose a las ganancias que el FC Barcelona obtiene de la venta de entradas. Pero este año, sin público en los estadios y con los aforos limitados para las visitas, el club prevé que las ganancias que genere el Museu ni siquiera lleguen para pagar a los trabajadores no deportistas profesionales de la entidad deportiva.