La rueda de prensa del vicepresidente económico del FC Barcelona, Jordi Moix, de este lunes se pudo dividir en dos partes. Primero, se presentó la situación económica del club, con 97 millones de euros de pérdidas. También se trató el tema del Espai Barça, más complejo de entender debido a su financiamiento.
El directivo confirmó lo que avanzó Culemanía en su día: que el coste del nuevo estadio sería de 815 millones de euros. 725 de los cuales irán para cubrir la inversión de las obras y los 90 restantes serán para intereses capitalizables durante los primeros cinco años, los correspondientes de las obras. El proyecto todavía tiene que ratificarse en referéndum y terminará en 2025.
Algo que sorprendió es que, Goldman Sachs, la entidad que financia el Espai Barça, tiene contrato con el club por 30 años. Jordi Moix admitió que el Barça pagará 50 millones de euros de explotación del nuevo estadio cada año desde que empiece la explotación, a los cinco años. Por lo tanto, se podrían terminar pagando unos 1.250 millones de euros como máximo. Esos 435 millones de diferencia añadida son los intereses que se pagarán durante 25 años. Pero si no se llega a la cifra de 50 millones anuales porque no se generan, no se pagará más. Y ese es el riesgo que asume Goldman Sachs y su gran reto: ser capaz de explotar el estadio de forma que genere todos esos ingresos.
Pago de 50 millones por año
Según lo que explicó el vicepresidente económico, este contrato consiste en lo siguiente. Los cinco primeros años no se pagará nada pues no habrá retorno económico del estadio. Se iniciará a partir del quinto año, 2025, cuando empiece a rendir el Espai Barça. Serán 25 años en que la entidad financiera recuperará 50 millones de euros por año.
Reparto de los ingresos del Espai Barça / FC Barcelona
“Dos observaciones. Los primeros cinco años no hay actividad. El periodo de retorno serían los 25 años restantes. Y sí, estos 50 millones están contemplados en los intereses implícitos de cada año. Por ejemplo, en una hipoteca de 100.000 euros siempre devuelves más. El total de dinero incluye la parte de intereses. La parte implícita incorpora este interés”, explicó Jordi Moix.
150 millones de ingresos extraordinarios
También explicó que “las entidades financieras te dejan el dinero, pero quieren ganarse la vida. Aquí es donde empieza la negociación en función de los riesgos que estás asumiendo y sin tocar los recursos del club”. Se deduce pues que en ningún momento se tocará patrimonio del club para financiar las obras y por ese motivo el retorno con la entidad bancaria es tan elevado.
Estos 50 millones de euros anuales se obtendrán de los 150 millones de ingresos extraordinarios que ha calculado la entidad que generará el Espai Barça cada año. Los 100 restantes se los quedará la entidad como ingresos. “Si no se llega a los 50, pues los que obtengas irá a Goldman Sachs”, matizaba este martes Jordi Moix en SER Catalunya.
“No es un préstamo tradicional, sino que la diferencia esencial es que pidieron que en los 25 años tengan derecho a cobrar los ingresos incrementales. De los 150 millones de euros que generará el nuevo estadio, unos 50 serán para Goldman Sachs. Se le devuelve, no lo ganan. No confundamos. El precio del proyecto es el que es. Si queremos contar los gastos financieros son más que esos 815”, reconocía.
El aumento de precio
Jordi Moix también comentó por qué motivo se incrementaron los 600 millones de euros iniciales a los 815 actuales. “Cuando estimamos el presupuesto, no incluía los gastos financieros. Esos 600 se convierten en 725 millones. Las diferencias también vienen porque no incluimos la previsión de las obras de las calles, las infraestructuras que acordamos con el Ayuntamiento de Barcelona…”.
Jordi Moix, directivo del Barça
“También planteamos un Palau Blaugrana, ahora más grande para adaptarnos a la Euroliga. Vale la pena un Palau más ambicioso, unos 60 millones de euros más. Las otras cantidades son, por ejemplo, mejorar el Museo. Todo eso más los intereses bancarios y los gastos financieros”, insistía el directivo.