Tensión sería la palabra que resumiría la rueda de prensa de despedida de Luis Suárez del FC Barcelona. El futbolista compareció junto a Josep Maria Bartomeu delante de algunos compañeros como Leo Messi, Gerard Piqué o Jordi Alba. Por el posado y la actitud de ambos era latente que ninguno de los dos hubiera deseado llegar hasta esta situación de rifirrafe con la rescisión de contrato.
El primero en coger la palabra fue el presidente, visiblemente cansado, incluso con aspecto algo envejecido. Con la moción de censura sobre la mesa, la presión que le ejercen aquellos que se quieren ir y una Asamblea de Compromisarios que puede ser muy complicada; el máximo mandatario ha vivido tiempos mejores al frente de la entidad. Todo pasa factura.
Distancias
Bartomeu abandonó el posado alegre al que nos tiene acostumbrados en público y apenas mostró una sonrisa o un gesto cariñoso hacia un Luis Suárez totalmente emocionado, muy diferente la actitud con Ivan Rakitic en su adiós. Se notaba la tensión de los últimos días que termina con el uruguayo en el Atlético de Madrid.
“Nos ha dado tanto que tenemos un agradecimiento muy fuerte. Quiero destacar su carácter, su lucha. Te doy las gracias en nombre de los socios. Espero que el futuro sigua siendo tan bueno. El Barça es vuestra casa para siempre. El día que dejes el fútbol, nos gustaría hacerte un partido de homenaje”, es lo más destacado de un breve discurso inicial.
Cabe destacar que el presidente no se ha escondido y ha querido dar la cara ante los seguidores, la prensa (aunque no era objeto de preguntas) y algunas vacas sagradas. Como ya hemos visto en algunas ocasiones, podría haberle delegado la despedida de Suárez a Ramon Planes, secretario técnico, pero quería estar a la altura del mito y, aunque apareció visiblemente afectado, no quiso saltarse la cita.
Suárez: lágrimas y dardos
Luis Suárez apareció en escena vistiendo un elegante traje y visiblemente emocionado. Al coger la palabra mostró que no le era nada fácil ese momento. “Es todo un improvisto, no me he preparado nada”, avisó. Rompió a llorar nada más empezar y se le humedecían los ojos cuando recordaba los mejores momentos como culé.
Poco a poco se fue reponiendo y entonces aparecieron los momentos de más tensión. Intentó evitar a toda costa el cruce de miradas con el presidente cuando éste estaba aplaudiendo el vídeo resumiendo su etapa por el Camp Nou. Luego, con los gestos y las palabras se evidenció que no era paz precisamente lo que se vivía en su despedida.
Podemos destacar tres de los varios momentos de la rueda de prensa donde el jugador señaló a Bartomeu y a su junta directiva. Cuando le preguntaron si se sorprendió de la decisión y de si la tomaba directamente Ronald Koeman, empezó a negar con la cabeza con una sonrisa en los labios: “Me lo esperaba. Cuando me lo comunica el entrenador, ya se había dicho antes”.
"Han inventado y filtrado cosas"
También dejó algunos mensajes demoledores como “ha sido un mes de locos. De decir muchas cosas que uno ni pensaba. Se han inventado cosas. Se han filtrado cosas (...) y tenemos que intentar, por mucho que te indigne, estar alejado”. “Hoy es mi despedida, no le voy a dar el gusto a nadie. Me voy a ir como historia del Barça”, zanjó cuando le pidieron si tenía que reprochar algo a alguien.
Finalmente, club y jugador han conseguido llegar un acuerdo, aunque lejos de lo que habían deseado. El Barça aligera así la masa salarial y sigue trabajando en la renovación mientras que Luis Suárez, que tenía la intención inicial de cumplir su contrato, se va al Atlético de Madrid tras cobrar un finiquito millonario.