El FC Barcelona tiene un final de verano muy ajetreado por delante. La humillación sufrida a manos del Bayern de Múnich en cuartos de la Champions obliga a la entidad azulgrana a revolucionar la plantilla. El encargado de llevar a cabo tal misión es Ramon Planes, principal responsable de la secretaría técnica culé tras la marcha de Eric Abidal, que tendrá probablemente la labor más complicada de su carrera.
No se trata de dar continuidad a un proyecto, sino de destruir el antiguo y construir uno nuevo a partir de lo que quede del anterior. Tendrá que dar salida a jugadores como Luis Suárez, Arturo Vidal, Samuel Umtiti y compañía, así como trabajar en distintas incorporaciones: un delantero, un lateral izquierdo, un lateral derecho, un centrocampista y, sobre todo, un central.
¿Un año?
Todo ello teniendo en cuenta que los últimos proyectos del FC Barcelona han salido rana. Desde que se fue Neymar, la planificación del club no ha sido buena. Ahora, la entidad se encuentra con muchos jugadores que no tienen nivel para el equipo. Y con muchas necesidades que cubrir.
Eric Abidal y Ramon Planes en una foto de archivo / EFE
A todo esto hay que añadir el hecho de que Ramon Planes no sabe por cuánto tiempo será el secretario técnico culé. Las elecciones a la presidencia del Barça se celebrarán a partir del próximo mes de marzo y el director deportivo no tiene asegurada su continuidad. Debe construir un proyecto que quizás no puede culminar.
Tiene, por lo tanto, el dilema de si pensar a largo o corto plazo. Los últimos fichajes, a excepción de Pjanic, insinúan que se piensa más en el futuro que en la próxima temporada, pero el FC Barcelona debe competir por todos los títulos cada temporada. Por lo tanto, Planes necesita concretar refuerzos de calidad y primer nivel.
Estropicio
La herencia que ha recibido el exsecretario técnico del Espanyol, entre otros, es cuanto menos mejorable. Los fichajes de Dembelé y Coutinho para relevar a Neymar por parte de Robert Fernández hipotecaron al club deportivamente hablando. Aún no están amortizados, ningún equipo presenta ofertas convincentes y, en consecuencia, el FC Barcelona deberá encontrarles un sitio en el equipo.
Coutinho, en un entrenamiento con el Barça | FCB
La gestión de Abidal también dejó mucho que desear. Se fichó a Griezmann cuando no tenía un sitio claro en el Barça. Ahora habrá que buscarlo, aunque eso es más tarea de Koeman. Además, deberá tratar de minimizar el impacto del pasado mercado de invierno, donde la planificación brilló por su ausencia. Salieron jóvenes valores como Carles Pérez y Abel Ruiz y llegó un Braithwaite a quien el nivel para jugar en el FC Barcelona le queda grande.
Planes, cuya salida del Tottenham para acabar en el Elche fue todo un misterio a pesar de su buena relación con Mauricio Pochettino (al que intentó meter en el club de la mano de Bartomeu), deberá solucionar todo esto. Está ante la misión más difícil de su vida. Justo cuando más ojos le miran.