Josep María Bartomeu no está dispuesto a dejar escapar a Leo Messi sin antes luchar. El argentino comunicó, vía burofax, su intención de dejar el club de su vida este verano. Su idea era hacerlo gratis, no obstante la cláusula liberatoria de su contrato caducó el pasado 10 de junio, y solo podrá salir negociando un traspaso.
Por tanto, es el FC Barcelona el que tiene la última palabra. Solo le dejarán escapar por un precio desorbitado, que le convierta en el fichaje más caro de la historia del fútbol. No obstante, en la entidad todavía confían en poderle hacer cambiar de opinón. Su familia, liderar la revolución de la plantilla... son muchos los argumentos que el club pondrá encima de la mesa para persuadirle.
Bartomeu y Messi conversando durante la gala del Balón de Oro / EFE
No obstante, su incomodidad no es solo por el proyecto deportivo. También ha evidenciado en diferentes ocasiones una clara falta de sintonía con la actual junta directiva, y el presidente Bartomeu. Y los incendios del último año no han hecho sino empeorar la situación. El presidente lo sabe, y por eso no dudó en poner su cargo a disposición del argentino. Si comunica públicamente que seguirá con un cambio en la dirección, Bartomeu dejará su silla.
Cardoner, su sustituto
Sin embargo, una dimisión por parte del presidente Bartomeu no comportaría un avance electoral ni un cambio drástico en la estructura de la junta directiva. Su puesto lo pasaría a ocupar Jordi Cardoner, actual vicepresidente primero, que podría agotar el mandato hasta las elecciones de marzo 2021.
Amigos de la infancia, Cardoner no dudaría en llevar hasta el final la planificación de Bartomeu, y defender sus ideas hasta el momento de los comicios. No sería un cambio extremadamente brusco en el club azulgrana, y se repetiría la situación de enero de 2014, cuando dimitió Rosell y Bartomeu cogió la presidencia.
Josep Maria Bartomeu y Jordi Cardoner en una imagen de archivo / EFE
Eso sí, Cardoner reconoció hace unos meses que no pasaba por su cabeza presentarse, como candidato continuista a las elecciones. Por tanto, su paso por la presidencia no se extendería más de unos meses.