A nueve días de la vuelta de octavos de final de la Champions League peligra más que nunca la disputa del Barça-Nápoles en el Camp Nou. Según informó RAC1 el mediodía del jueves, la UEFA se estaría plantando cambiar la sede de ese partido debido a los rebrotes por coronavirus en Catalunya.
No hay nada decidido todavía y el balón está en terreno del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya. Según lo que les transmitan al organismo europeo, en las próximas horas se ratificará el feudo azulgrana o se cambiará el escenario para este partido.
De Laurentiis presiona
La noticia ha corrido como la pólvora y a las pocas horas de conocerse esa posibilidad, el presidente napolitano Aurelio De Laurentiis presionó públicamente a la UEFA. “Llamo a la UEFA todo el rato, pero es vergonzoso. Escuchas desde España grandes miedos y ellos pasan del tema”, comentó después de una asamblea de la Serie A en Milán.
De Laurentiis en una imagen de archivo / Redes
Posteriormente añadió “¿por qué no se dice de ir a jugar en Portugal, Alemania o en Suiza?”. El partido es el próximo 8 de agosto y todavía no se ha confirmado nada. “Parece que estamos en el colegio, en la UEFA nadie sabe hacer negocios, y además con nuestro dinero”, criticó.
Finalmente cerró el tema con un “si decidieron que la Champions League se juega en Portugal y la Europa League en Alemania, nosotros también podríamos ir allí. No entiendo por qué debemos ir a una ciudad que en este momento tiene grandes problemas”.
¿Interés deportivo o sanitario?
Estas palabras del presidente napolitano generan ciertas dudas sobre el interés que realmente esconden. Evidentemente temen un contagio de sus futbolistas, pero también puede haber un indudable interés deportivo. Si ya jugaban con cierta ventaja al enfrentarse al Barça en un estadio vacío, les favorecería aún más hacerlo en un estadio neutral.
Messi intenta superar a la defensa del Nápoles | EFE
Cabe destacar que el coronavirus ya fue protagonista en el partido de ida. Las mascarillas estaban presentes en el público de San Paolo mientras la pandemia ya se había instalado en Italia, sobre todo en Bérgamo. En ese momento no escuchamos a De Laurentiis quejarse por su seguridad.