El caso del Barçagate sigue trayendo cola en el Camp Nou. Uno de los incendios más importantes de la polémica de las redes sociales fue cuando seis directivos dimitieron en masa tras criticar la gestión llevada a cabo por el club con este tema.
Sin embargo, la controversia no acabó ahí. Y es que uno de ellos, Emili Rousaud, clamó venganza y lanzó un dardo envenenado a la entidad azulgrana. "Alguien ha metido la mano en la caja", declaró, dejando a entrever que se habían pagado sobreprecios en la contratación de I3 Ventures.
Rousaud, junto a Bartomeu en un acto | EFE
Tras estos ataques y difamaciones, el FC Barcelona decidió actuar en consecuencia, y emprendió la vía judicial contra el exvicepresidente institucional. Ahora el juzgado de primera Instancia nº22 de Barcelona ha citado a ambas partes para un acto de conciliación, en un paso previo para una posible querella. Será el 7 de octubre.
"La querella no tendrá recorrido"
Precisamente, sobre esta posible demanda se pronunció el abogado del exdirectivo, Diego Artacho, que aseguró que no prosperará: “Carece de recorrido al no darse en absoluto los fundamentos que la ley establece para una querella por injurias y/o calumnias”, explicó el letrado en un comunicado.
Pese a no disponer de la auditoría completa que el club encargó a Price Waterhouse Coopers, al abogado le bastaron solamente las conclusiones para refozar sus ideas. Así, explicó que estas declaraciones se hicieron con "conocimiento de su falsedad o temerario desprecio a la verdad”, e hizo referencia a las cinco facturas troceadas de I3 Ventures que permitieron evitar el control de adjudicaciones del club.
Emili Rousaud llegando a las oficinas del FC Barcelona / Redes
“En este informe se pone de manifiesto que durante tres años se troceó premeditadamente un contrato millonario adjudicado a diversas sociedades vinculadas entre sí, con lo que se eludieron los mecanismos de transparencia y control internos existentes en el club”, indicó Artacho, además de señalar la “poca transparencia fiscal y bancaria” de los países donde estaban radicadas las empresas contratadas.
Finalmente, remarcó que Rousaud “siempre ha pretendido ser leal al club y no desea polemizar sobre este asunto”. ADemás, también aseveró que sus declaraciones "se le fueron de las manos" y que nunca cuestionó "la honradez de los directivos".