Salvo milagro, el FC Barcelona se ha quedado sin Liga. El tropiezo contra el Atlético de Madrid, sumado a los empates en el Sánchez Pizjuán y Balaídos, deja al conjunto azulgrana en una situación muy comprometida. Necesita que el Real Madrid no pase del empate en tres de los seis partidos que le quedan o, en su defecto, pierda dos encuentros.
Lo peor no es que la Liga esté prácticamente perdida, que ya es terrible, sino que, parafraseando a Messi, da la sensación que a este equipo no le da para ganar la Champions. La suerte para los culés es que el torneo continental se jugará a partido único y en 90 minutos pueden pasar muchas cosas.
Vestuario con poder
A decir verdad, el hecho de que el FC Barcelona gane la Liga o la Champions no cambiaría nada a nivel de proyecto. O no debería. La temporada que está completando la entidad catalana demuestra que necesitaLim una limpieza inminente. Hay muchos jugadores que no dan la talla y que ya no tienen cabida en este Barça.
Luis Suárez y Leo Messi celebrando un gol /EFE
La duda es si Bartomeu y el técnico en cuestión, que no parece que vaya a ser Setién, se atreverán a limpiar el vestuario. Un vestuario que ha ganado mucho poder en los últimos años y que, por momentos, parece estar por encima del propio presidente. No hay mejor ejemplo que lo que sucedió el pasado verano con la operación Neymar.
Los futbolistas marcan su propia jerarquía y los entrenadores tienen poco que decir. No tuvo palabra Valverde, que se conformó con ganarse la confianza de las vacas sagradas alineándolas partido sí, partido también. Y no la tiene Setién, cuyo enfrentamiento con el vestuario es evidente y amenaza con privarle del cargo.
Limpieza
Curiosamente, en ese grupo de consagrados, excepto Messi y Piqué, intocables en ataque y defensa, todos han ofrecido un rendimiento cuestionable. Empezando por Luis Suárez, las cifras goleadoras del cual han decrecido una temporada más. Sigue anotando goles que pueden ser decisivos, pero ya no tiene nivel para ser indiscutible. Lautaro Martínez debe discutirle el puesto y acabar sentándole en el banquillo. Guste más o menos en el vestuario.
Sergi Roberto e Ivan Rakitic en un entrenamiento del Barça / FC Barcelona
Busquets es otro futbolista que está en esa situación. Cuando está bien es indiscutible, pero cada temporada está un poco peor. Ya no puede asumir 50 partidos por curso. Frenkie debe ir comiéndole la tostada en la posición de pivote. Y en los interiores, Vidal o Rakitic vienen demostrando desde hace tiempo que ya no están para el Barça. Uno de los dos, si es que no los dos, debería salir.
Sergi Roberto, cuyo nombre nunca entra en las quinielas, también podría acabar en la rampa de salida. Puede ocupar el lateral derecho y las tres posiciones del centro del campo, pero su rendimiento es igual de discreto en todos los sitios del once. Hablando de rendimientos discretos, Semedo y Firpo no han demostrado lo suficiente como para tener la permanencia asegurada en Can Barça.
Paso a los jóvenes
La principal duda es qué hacer con Antoine Griezmann. Si bien es cierto que no ha ofrecido un nivel óptimo y que podría traer grandes ingresos a las arcas de la entidad, en el Atlético demostró sobradamente que tiene fútbol suficiente como para estar en un grande. Su salida dependerá de las ofertas que reciba el FC Barcelona. Dembelé y Coutinho, en cambio, lo tienen más complicado. Ni digamos Umtiti.
Ansu Fati y Riqui Puig durante un partido /REDES
La situación es idónea para apostar por los jóvenes. Tanto aquellos que proceden de La Masia como los que han llegado de fuera. En la zaga, Todibo y Araujo pueden entrar en la rotación de forma más habitual. Riqui Puig ha derribado la puerta y, a falta de ver el rendimiento que pueda ofrecer Pjanic, tiene nivel para ser titular. Aleñá puede formar parte de la rotación. Y obviamente, Ansu Fati y Trincao, junto a Pedri, merecerán oportunidades con frecuencia.
El FC Barcelona necesita cambios. Muchos, si quiere volver a aspirar con firmeza a todos los títulos. Ter Stegen, Piqué y Messi son los únicos verdaderamente intocables. Jordi Alba, Frenkie de Jong, Lenglet, Luis Suárez y Sergio Busquets tienen sitio, aunque los dos últimos sin ser indiscutibles en los onces. El resto de la plantilla no tiene su sitio asegurado.