Quique Setién no tiene asegurado su puesto como entrenador del Barça para la temporada que viene. Pese a haber firmado un contrato hasta 2022, la amenaza de un año en blanco, las carencias a nivel de juego del equipo y las reticencias con algunos de los pesos pesados del vestuario podrían acelerar el fin de su sueño.
No obstante, tal y como reconoció el técnico culé en la rueda de prensa previa al choque contra el Atlético de Madrid, existe una "tensión" en la plantilla, provocada por los últimos malos resultados, que acercan el título al gran rival, el Real Madrid.
Quique Setién en un encuentro con el Barça / EFE
Su futuro dependerá de los títulos. Su trabajo está cada vez más cuestionado, tanto por jugadores como por parte de la directiva, y el conseguir la Liga o la Champions podría ser el único argumento que le permita seguir con fuerza el curso que viene. Si este hecho no se cumple, sus posibilidades de ocupar la temporada que viene son muy remotas. Pese al supuesto apoyo de la cúpula culé.
Cumbre decisiva en casa de Setién
Asimismo, en el Barça son conscientes de que, tras los últimos incendios, es determinante remar todos juntos para acabar el curso de la mejor manera posible. Por este motivo, este lunes, según avanzó RAC1, el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu; el CEO, Òscar Grau; el vicepresidente deportivo, Javier Bordas; y el secretario técnico, Eric Abidal, visitaron el domicilio particular de Quique Setién, para analizar la compleja situación de rodea al equipo.
En este sentido, el principal objetivo de esta cumbre decisiva fue mostrar el apoyo del club al técnico en un momento decisivo, para ver cómo se encontraba de ánimo y respaldarle por sus decisiones, como su apuesta por los jóvenes, además de felicitarle por la mejoría en cuestiones deportivas, como la presión alta.
Setién, Abidal y Bartomeu en una imagen de archivo / EFE
Por tanto, se trató de una reunión para hacer piña y para mostrar unión antes de una final como la de este martes en el Camp Nou ante el Atlético de Madrid (22 horas). No obstante, y pese a esta unión, la realidad es que la posición de Setién está muy debilitada. Su futuro está al rojo vivo. Y un nuevo fracaso podría comportar su salida acelerada del conjunto azulgrana.