Esta semana el Barça ha anunciado las medidas que ha tomado para compensar a sus abonados por los partidos disputados sin público en el Camp Nou. Los aficionados podrán reclamar la parte proporcional de los encuentros que se han jugado a puerta cerrada. De este modo, el club ha acabado optando por la solución mayoritaria entre los clubes de Primera División.
Asimismo, Jordi Cardoner informó que “por décima temporada consecutiva no habrá incremento de precio de los abonos”. El responsable del área social añadió que “a parte que era una promesa electoral, entendemos que las economías domésticas de nuestros socios y sus familias, debido a las consecuencias del Covid-19, están pasando un momento económicamente difícil”. Cabe recordar que esta candidatura se presentó en 2015 prometiendo que congelaría los precios de los abonos hasta 2021.
Otra de las vertientes que quiso señalar es el componente social que comparte el fútbol. “Lo tenemos que hacer compatible con el reagrupamiento familiar, ya que el fútbol se disfruta en familia y con amigos. Este ha sido uno de los imperativos que nos hemos planteado a la hora de tomar las decisiones que hemos tomado”, subrayó.
Finalmente apuntó que de cara a la siguiente temporada presentaran un plan para aquellas personas que tengan dificultades para pagar sus abonos.
El abono más barato de los grandes Europa
El Barça ha conseguido mantener a lo largo de los años unos precios bastante asequibles de los abonos teniendo en cuenta los precios de otros equipos semejantes y de la cantidad de partidos que se pueden ver en el Camp Nou.
La entidad se ha hecho especialmente fuerte en aquellos abonos más baratos, siendo conscientes también la gran capacidad del estadio. De este modo los aficionados de tercera gradería pagan 140 euros (más la cuota de 185€ de socio), mientras que la del Real Madrid es de 245 euros (más la cuota de 149€). En Inglaterra, en cambio, los abonos de los grandes equipos se sitúan mayoritariamente por encima de los 600€.
Por el contrario, la gran capacidad del Camp Nou permite que haya localidades en un sitio privilegiado y con algunos servicios añadidos. En este caso, los abonos superan los 1.000€ por temporada. Asimismo, las entradas para asistir a un partido del Barça se han disparado en los últimos años y se sitúan a unos precios prohibitivos. En este final de curso, se calcula que por cada partido sin público la entidad deja de ingresar unos tres millones y medio de euros.
De este modo, el club logra unos abonos baratos que no le repercuten grandes beneficios. Además un aumento de éstos repercutiría en unas grandes críticas por parte de los socios. Éstas ya existieron cuando hace unos años quitaron el partido de la Supercopa de España del abono. Asimismo, también generó mucha polémica el proceso de venta del ‘Seient Lliure’, de los cuales algunos asientos eran convertidon en entradas VIP.
El gran paquete de ingresos en el Camp Nou, por lo tanto, llegan de las entradas que mayoritariamente compran turistas. Esta misma semana el club también informó que en caso de que algún partido de esta temporada se pueda jugar con público, el 15% se reservaría a la venta de entradas. De este modo, estos pasarían por delante de algunos abonados que se quedarían fuera a causa de la capacidad restringida por motivos de seguridad.