Hace cuatro meses salió a luz el denominado Barçagate. Un asunto escabroso por el que el club contrataba a una empresa --i3 Ventures-- para, supuestamente, monitorizar las redes sociales. Según varias informaciones, además de controlar el movimiento en redes, se enviaron mensajes para dañar la imagen a personalidades críticas con la junta directiva e incluso a algunos futbolistas.
También se filtró el precio de ese servicio contratado, superior al millón de euros, y supuestamente dividido en fracciones inferiores a 200.000 euros para que no pasara los controles financieros. Esta situación se agravó con la dimisión de Emili Rousaud --y de otros cinco directivos: Teixidor, Calsamiglia, Pont, Tombas y Elías-- y sus declaraciones donde explicaba que “alguien ha metido la mano en la caja”.
Emili Rousaud en una imagen de archivo / EFE
A todo esto, el Barça solicitó una auditoría externa a la empresa Prince Waterhouse Coopers para depurar responsabilidades. Este trabajo, cuyo precio oscila entre los 200.000 y los 500.000 euros, fue solicitado a finales de febrero, antes de las dimisiones, y en los próximos días podríamos tener los resultados.
Presentación inminente
La auditoría de PWC debería ver la luz muy pronto, según ha podido saber Culemanía. El objetivo es que se publique mientras se siga disputando la Liga, antes del 19 de julio. La fecha que marcó la empresa auditoria fue a principios de junio y algunas informaciones apuntan que el Barça habría recibido ya el informe y que estarían estudiando cómo afrontarlo públicamente ante los socios y los medios de comunicación.
De hecho, algunas fuentes sostienen que "el Barça ha preferido esperar a que se retomase la competición de Liga" para informar sobre este escándalo mediático porque, supuestamente, de esta forma el asunto podría pasar más desapercibido. El tema que más debate interno ha generado es quién y cómo saldrá a dar explicaciones sobre esta cuestión. ¿Dará la cara Bartomeu? ¿Se admitirán preguntas?
Las últimas tareas a realizar de este informe eran las entrevistas personales a los diferentes involucrados en el asunto, algo que se ha tenido que hacer telemáticamente debido al coronavirus. Y es que la crisis sanitaria del coronavirus ha ralentizado el proceso de esta auditoría más de lo normal.
Doble investigación
En el Barça ya existe un cargo que tiene la responsabilidad de controlar que las actividades del club cumplan el marco legal. Este no es otro que el de compliance officer, una posición que todavía ocupa Noelia Romero, quien la semana pasada fue suspendida de empleo y sueldo por parte de la entidad. Una de las preguntas candentes es si esta sanción está relacionada, o no, con el Barçagate.
Imagen de archivo de Noelia Romero / FCB
Su trabajo debe realizarse con independencia de la junta directiva, rindiendo cuentas directamente al director general, Òscar Grau. Según SER Catalunya, ella misma abrió una investigación paralela a la de PWC sobre el Barçagate. Este informe interno no quedaría desvinculado al de la auditoría, sino que la ley indica que se tiene que compartir. Es más, el trabajo de Romero es una referencia para PWC, pues ellos dependen de la documentación que se les da, mientras la compliance officer contaba con todos los documentos.
No deja de sorprender la decisión de la junta directiva sobre Noelia Romero pues es una figura clave en el marco legal y que actuó de oficio. Los resultados de esta investigación interna pasó por los tres siguientes organismos: el comité de compliance -- que lo formaban Romero, Calsamiglia, Tombas (los dos dimitidos) y Bartomeu--, la comisión de transparencia --Teixidor (también dimitida) y cinco miembros más-- y por la junta. Días después dimitieron en bloque seis directivos, a consecuencia de la decisión de Bartomeu de remodelar la junta.
Las teorías sobre una suspensión de empleo y sueldo
Hay indicios para pensar que esta suspensión de empleo y sueldo de Romero tiene que ver con la llegada de la auditoría de Price Waterhouse Coopers al Camp Nou. A esto se añade su buena relación con varios de los directivos dimitidos, como Maria Teixidor, Jordi Calsamiglia y Enrique Tombas.
Sin embargo, no es la única teoría. Fuentes del club indican a Culemanía que la suspensión de empleo y sueldo se debe a motivos estrictamente profesionales, ya que más que una complicane ella es una auditora y porque, al parecer, ha tenido problemas internos en su departamento de trabajo, siendo su imagen mal valorada por algunos empleados. A falta de conocer la verdad absoluta a este respecto, todo apunta que la auditoría esta vez sí está al caer.