La cursa por la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol ha quedado reducida esta mañana después que Iker Casillas haya comunicado en las redes sociales que finalmente no se presentará. Este pasado miércoles la RFEF anunció que convocaba las elecciones de la Presidencia y la Comisión Delegada para el 17 de agosto; a pesar que se podrían mover al 17 de septiembre si el CSD declara que el agosto no es un mes hábil. Antes, el 20 de junio, se elegirán los representantes de la Asamblea General.
Esta convocatoria tan repentina, por lo tanto, ponía en un aprieto a Iker Casillas. El aún portero del Oporto anunció el 17 de febrero su intención de presentarse a los comicios, pero esta mañana él mismo ha confirmado a las redes sociales que no tomará parte de ellas. De este modo, se confirman las informaciones de los últimos días que ya apuntaban en esta dirección.
En un primer párrafo del comunicado expone que el principal motivo es que “la excepcional situación social, económica y sanitara que está sufriendo el país, hace que las elecciones pasen a un segundo plano”. Es por eso que cree que “es momento de sumar y no dividir”. Asimismo apunta que “unas elecciones solo desgastarían y harían que enfocásemos nuestros esfuerzos en algo que hoy no es lo fundamental”.
Dardo a Rubiales
Además de esta primera aclaración, Casillas va un poco más allá y señala que las elecciones no se han convocado de la forma correcta. "Quería un proceso electoral justo, transparente y realmente participativo, buscando lo mejor para el fútbol español y en esta ocasión creo que no se ha apostado por ello”, asegura.
De todos modos, señala que no es una puerta cerrada de cara el futuro. Además también manifiesta que se pone a disposición del CSD, RFEF, la Liga y la AFE “para aquello que puedan necesitar de mi parte y estaré encantado en poder colaborar por el bien del fútbol”.
Finalmente cierra el comunicado exponiendo que “hoy debemos estar todos juntos para salir adelante” y agradeciendo a su equipo de trabajo que le ha acompañado en estos últimos meses de precampaña.
Ante el paso atrás de Casillas el camino queda despejado para que Rubiales pueda seguir en la presidencia hasta el 2024. Éste llegó al cargo en 2018, después de que Ángel Villar fuera destituido por el Tribunal Administrativo del Deporte en el diciembre del año anterior por haber vulnerado el deber de neutralidad de la Comisión Gestora previsto en el Reglamento Electoral.