Queda un año para que el Barça celebre las elecciones a la presidencia. Por estatutos, Josep Maria Bartomeu no se puede volver a presentar y el duelo por el trono estará más reñido que nunca. Mientras todavía se desconoce el candidato continuista, hay tres precandidatos que ya han anunciado que se presentarán: Víctor Font, Lluís Fernández y Jordi Farré.
El gran dilema sobre estos comicios es si volveremos a ver al expresidente Joan Laporta, que se presentó in extremis en 2015 --33% de los votos--, otra vez luchando por la presidencia. Hay varias fuerzas que desean que no sea así, sino que los dos candidatos independentistas más potentes --Laporta y Font-- no se hagan la competencia y sumen sus fuerzas para derrotar sobre todo al continuismo, algo que ya avanzó Culemanía.
Laporta y Font, ¿unidos?
Estas elecciones en el Camp Nou tendrán un interés político nunca visto. Desde 2015, cuando Bartomeu arrasó tras el triplete --54,6%--, en Catalunya han sucedido varios episodios relevantes políticamente hablando --1 de octubre, el juicio del procés, el encarcelamiento de políticos catalanes…-- y los independentistas quieren conquistar la institución más relevante de Barcelona, el Barça.
Según una información de El Confidencial, el expresidente Carles Puigdemont y el presidente de la Cambra de Comerç, Joan Canadell, están trabajando ya en unir fuerzas del independentismo y que Víctor Font, quien lleva más de dos años trabajando en el asalto al trono, y Joan Laporta vayan juntos a los comicios. Los dos son independentistas declarados y se espera que una hipotética victoria sirva para que el club se vinculara más en todo este proceso.
Una imagen de archivo de Puigdemont y Canadell / Redes
Otro actor que entra en esta ecuación, como no podía ser de otra manera, es Jaume Roures. El presidente de Mediapro también desea que los dos opositores de Bartomeu unan fuerzas y vayan a una. Son unas elecciones presidencialistas: solamente puede haber un ganador, ese que haya quedado primero.
El empresario audiovisual catalán quiere recuperar la influencia que tenía en el Barça. Perdió poder en 2010 cuando Sandro Rosell, con quien tiene varios frentes judiciales abiertos, llegó a la presidencia. A partir de esas elecciones, el club --siguiendo con el mandato del actual presidente-- aprobó la venta de los derechos de televisión del primer equipo a Movistar, poniendo fin a seis años de vinculación con Mediapro.
Jaume Roures, en la presentación de LaLiga / EP
Esto no fue todo. Bartomeu y Rosell no solo vendieron los derechos a Movistar, sino que también le negaron la gestión de Barça TV. Quiere ampliar su entramado empresarial y, ya de paso, que el Barça vuelva a ser un abanderado del independentismo. Su relación con los dos presidenciables es muy buena y su influencia puede hacerles llegar a un acuerdo.
Repetir el caso de la Cambra de Comerç
El posible acuerdo entre Font y Laporta ilusiona al independentismo, aunque se prevé muy complicado. Puigdemont y Canadell presionan para que así sea. Conseguir a la institución con más proyección internacional de Catalunya sería un paso gigante para dar visibilidad al proceso.
Salvando las distancias, les gustaría repetir la toma de control de la Cambra de Comerç de Barcelona para ponerla al servicio de la república. El 9 de mayo de 2019, la Assamblea Nacional Catalana consiguió la victoria en las elecciones de este organismo y Joan Canadell fue nombrado presidente por sorpresa general.
Elisenda Paluzie y Joan Canadell celebrando la victoria en la Cambra de Comerç / EFE
Un año más tarde, ahora quieren ir a por el Barça. Su plan perfecto sería presentar ellos mismos un candidato propio, pero hay normas concretas que se deben cumplir: llevar 10 años como socio y presentar un aval millonario de en torno unos 80 millones de euros. Por ese motivo se limita cada vez más una candidatura puramente política.
Font y Laporta responden a un perfil que interesa al independentismo. Siempre se han mojado políticamente a favor de la república y se han quejado en numerosas ocasiones del poco atrevimiento de la junta de Josep Maria Bartomeu en algunas acciones. El plan de Puigdemont, Roures y Canadell sería que Font sea el cabeza de cartel y Laporta acepte la vicepresidencia.
El candidato de Sí al futur es una cara nueva y que lleva dos años preparándose para el proyecto. El expresidente, en cambio, despierta un interés mediático al alcance de pocos y puede ayudar a dar más visibilidad a la campaña. A todo esto, cabe recordar que en los próximos días tiene que salir a la luz la auditoría del Barçagate, sobre la monitorización de redes y la presunta difusión de mensajes negativos a personalidades del entorno azulgrana como Roures y Font.
Prioridad entre el independentismo
Este domingo, la candidata de Puigdemont y Canadell para la presidencia de la Assamblea Nacional Catalana, Montserrat Soler, quedó tercera clasificada pero todavía puede optar a la victoria en segunda votación. Recientemente, reconoció públicamente el interés de hacerse con instituciones como el Barça.
Joan Laporta y Víctor Font en un acto de homenaje a Johan Cruyff / CULEMANIA
“Cuanta más presencia tengamos los independentistas en los gobiernos, mejor, porque es la manera de hacer una red de apoyos para la base de la desconexión. No sabemos si nos pondríamos en una candidatura existente o crearíamos una de nueva, pero el objetivo es hacer un gobierno independentista al Barça”, comentó Montserrat Soler en El Nacional.
Hace dos semanas en Culemanía ya informamos que se trabajaba seriamente en una posible candidatura independentista, Eines de País, para hacerse con el Barça. “También nos decían locos al presentarnos en el mundo empresarial”, comentaban. La opción de presentar candidato propio pierde fuerza mientras aumentan las presiones a Font y Laporta para que unan fuerzas.