Nuevo incendio en el FC Barcelona a escasos días de que arranque nuevamente la Liga. A pocos días también (supuestamente) de que se conozca el resultado de la auditoría del Barçagate, cuya previsión no oficial apuntaba a la anterior semana pero es posible que se alargue a la que viene, coincidiendo con el regreso de la Liga a partir de este sábado, según ha podido saber Culemanía.
El viernes pasado el club acordó la suspensión de empleo y sueldo de Noelia Romero, la actual compliance officer de la entidad azulgrana. La noticia se ha conocido esta semana y este mismo martes la propia Noelia ha publicado un comunicado donde exterioriza su disconformidad y malestar con una decisión que no entiende ni comparte.
Por estos motivos, entre otros, Noelia Romero ya ha decidido impugnar por vía legal esa suspensión de empleo y sueldo, una vez se aseguró de dejar claro a los medios de comunicación que no se trataba de un despido, como se filtró en un primer momento. A Romero se le ha aplicado la misma fórmula que todavía sufre Jaume Masferrer, asesor del gabinete de presidencia de Josep María Bartomeu. En el caso de Masferrer, se debía a su probable vinculación con el escándalo de las redes sociales. En el caso de Noelia, todavía no ha trascendido el motivo exacto.
Conciliación o demanda y juicio
Ella ya se ha puesto en manos de abogados que trabajan para resolver la situación por vía laboral, aunque probablemente llevará mucho tiempo por el colapso que hay en esa materia debido a la crisis del coronavirus. En cualquier caso, los trámites son los mismos que por un despido: presentar la papeleta de conciliación en el Cemac y, en caso de no alcanzar ningún acuerdo con el club, ir a juicio ante los juzgados de lo social.
Imagen de archivo de Noelia Romero / FCB
Desde el FC Barcelona alegan que “el club tiene prohibido hacer cualquier pronunciamiento sobre cuestiones laborales que afecten a un empleado del club sin su consentimiento expreso”. Sin embargo, Noelia ya ha dado su consentimiento al comité de empresa y ha dejado patente su disconformidad con “una decisión que no comprendo ni comparto, y que me sorprende por el momento y la forma en que se produce”.
Las teorías que explican la sanción
Fuentes del club informan a Culemanía que el motivo de la sanción no es algo trascendente para un cargo de este calibre y ponen a modo de ejemplo que “es como si te despiden por llegar tres días tarde a trabajar, que puede parecer excesivo”. Tal vez por este motivo ya están circulando diversas teorías alrededor de este caso.
Sabine Paquer en una imagen de archivo / EFE
Por un lado, en la cúpula del club consideran que Noelia no era válida para el cargo. Anteriormente dejó un gran recuerdo Sabine Paquer, “una profesional como la copa de un pino”, que dimitió después de tres años por la presión que supone el puesto en un club tan mediático como es el Barça. En la entidad consideran que Noelia no estaba al nivel de Sabine y que más que una compliance, era una auditora. Añaden, además, que “se han recibido muchas quejas sobre ella, especialmente de personas de su departamento o de trato directo”.
¿Vinculación al Barçagate?
Por otro lado, están las teorías que vinculan esta sanción con el Barçagate. Noelia Romero fue nombrada compliance officer por la exdirectiva María Teixidor, cuando era presidenta de la Comisión de Control y Transparencia, y, al parecer, llegaba avalada por Quique Tombas, exvicepresidente económico y tesorero. Ambos directivos dimitieron el pasado abril junto a Emili Rousaud, Silvio Elías, Josep Pont y Jordi Calsamiglia por discrepancias con el modelo de Bartomeu, al que acusaron de presidencialista y poco transparente. Hay quien piensa que su vinculación con esos directivos está detrás de una decisión que forma parte de la remodelación que Bartomeu empezó en abril anunciando que tendría más fases.
Cardoner, Bartomeu, Teixidor y Moix en la Asamblea / EFE
Por último, corre una versión con menos fuerza, y es que Noelia haya sido víctima de la política de recortes salariales por el ERTE. Aunque no sería muy significativo reducir un salario que, por elevado que sea –en torno a los 300.000 euros–, es nimio en comparación al presupuesto de la entidad –1.047 millones de euros– y a los ingresos ahora previstos, en torno a los 900 millones.
Su salida definitiva parece inevitable
Dando prácticamente por descartada esa tercera vía, y pendientes de conocer los motivos exactos de su despido, lo que parece evidente es que la junta directiva se ha podido labrar una nueva enemiga que maneja información muy sensible sobre el club. El caso parece abocado al despido y tiene números de terminar en los tribunales.