Josep Maria Bartomeu está acostumbrado a vivir entre la espada y la pared desde que preside el FC Barcelona. Cogió el cargo en 2014 y desde entonces ha tenido que hacer frente a decenas de problemas. De una forma u otra, siempre ha sabido salirse de ellos sin generar demasiado ruido. O no más del que generaba la polémica en sí.
Se encontró con el lío del fichaje de Neymar nada más llegar. Un año después, tuvo que hacer frente a la crisis de Anoeta. Convocó elecciones anticipadas y salió vencedor gracias al triplete. En 2017 se produjo la espantada de Neymar, con sus consiguientes denuncias al club azulgrana. Este mismo año despidió a Valverde y semanas más tarde tuvo que lidiar entre Abidal y Messi.
Ahora, cuando queda menos de un año para que deje la presidencia del FC Barcelona definitivamente, ha tenido que tratar con la crisis del coronavirus. Junto a ella, se han juntado tres problemáticas que ponen a Bartomeu en una posición extremadamente delicada: el Barçagate, la bajada de salarios y la rebaja -o no- de los abonos.
Barçagate
El incidente más grave al que se enfrenta el presidente es, sin duda alguna, el Barçagate. De acuerdo con la información que transmitió la Cadena SER, el club azulgrana contrató a la empresa I3 Ventures para que modulara los estados de opinión en las redes sociales. Se crearon cuentas que defendían la gestión de la directiva actual y criticaban a personajes como Guardiola, Xavi, Víctor Font o Joan Laporta.
Emili Rousaud en una imagen de archivo / EFE
Después de que el caso saliera a la luz, el FC Barcelona solicitó una auditoría externa a Price Waterhouse Coopers. Esta demanda se produjo a finales de febrero y ahora, a principios de junio, todavía no hay resultados. Sin conclusiones, no hay decisiones. La entidad sigue sin encontrar un culpable.
Mientras se realizaba y no la auditoría, se produjo la dimisión conjunta de seis directivos: Emili Rousaud, Maria Teixidor, Jordi Calsamiglia, Josep Pont, Enrique Tombas y Silvio Elías dejaron su puesto. Rousaud salió del club por la puerta de atrás, afirmando que alguien "había metido la mano en la caja".
Abonos
Otro de los aspectos que pone a Bartomeu contra las cuerdas es el silencio respecto a los abonos. El FC Barcelona deberá jugar a puerta cerrada los próximos partidos y el club no ha dicho nada acerca de un posible descuento. Pero tampoco se ha pronunciado sobre la posibilidad de no aplicarlo.
Una imagen del Camp Nou con poco público / Redes
En la entidad son partidarios de esperar a la evolución de los acontecimientos, pero los abonados empiezan a necesitar noticias. En caso de haber rebaja en el precio, lo más probable es que se produzca en los abonos de la próxima temporada. Mientras el Barça piensa, clubes como el Real Madrid, el Espanyol o el Eibar ya han tomado una decisión.
Salarios
También es cuestionable la poca transparencia en el tema de los salarios de los futbolistas del primer equipo. Lo último que se sabe oficialmente es que el FC Barcelona redujo un 70% el sueldo de los jugadores. Ahora, los entrenamientos han vuelto y la competición está a punto, pero no ha habido más noticias.
Los futbolistas del Barça en un entrenamiento / EFE
Esto provoca que surjan informaciones contradictorias. Catalunya Ràdio informó que el club ha pedido una segunda bajada de sueldo a los integrantes del primer equipo, mientras el diario As ha asegurado que dicha petición no se ha producido y que el Barça tomará una decisión según lo que pase en el próximo mercado de fichajes.
Todas estas polémicas hacen pensar que quizás sería el momento de que el FC Barcelona mejorara su política de comunicación, se dejara de tanta opacidad y ofreciera la transparencia de la que tanto presume en algunos momentos. El silencio no hace otra cosa que encender los ánimos de la afición.