La lucha por acceder a la presidencia del FC Barcelona se ha puesto caliente en las últimas semanas. Joan Laporta lleva tiempo muy animado y, recientemente, dio un paso al frente en la televisión de Jaume Roures, Gol, al anticipar que ya ha tenido algunas reuniones y que está ilusionado con la posibilidad de volver al Barça.
Laporta intentó ser cauto, y dijo que la decisión no estaba tomada, pero el convencimiento que desprendía con cada una de sus declaraciones coincide con las sensaciones que transmite su círculo más cercano: quiere volver y lo tiene decidido, a falta de hacerlo oficial.
En estos momentos, la misión del abogado pasa por hacer contactos. Laporta quiere hacer las cosas mejor que en 2015, cuando lideró una candidatura de amigos y exfiguras que demostró no estar a la altura de lo que exige un club como el Barça. Consciente del error, ahora se mueve con tiempo e incluso alienta a Bartomeu a que aguante el año que le queda para así tener margen y poder preparar como es debido su asalto al trono.
Laporta, una amenaza para Font
Esta situación perturba a la única alternativa que se ha postulado oficialmente para heredar el cargo que, no sin cierto sufrimiento, sigue ostentando Josep María Bartomeu. Hablamos de Víctor Font, quién sabe perfectamente que una candidatura de Laporta podría apartarle de ese objetivo que tanto anhela, para el que lleva dos años trabajando y en el que ya ha invertido muchos miles de euros.
Joan Laporta está decidido a volver al Barça / ARCHIVO
Desde el entorno de Font aseguran que “hablamos con mucha gente, constantemente, y de todos los entornos”, al ser preguntados sobre reuniones con personas que en el pasado estuvieron vinculadas a la directiva de Laporta. Sin embargo, las mismas fuentes añaden matices: “Hablamos para compartir proyecto, no para incorporar a gente de un bando a otro. Si algún día queremos alcanzar un acuerdo con alguien, lo comunicaremos”.
Cambio de bando
Culemanía ha podido contrastar con diversas fuentes cercanas tanto a Font como a Laporta que han existido sinergias, reuniones y más conversaciones durante el confinamiento. Algunos miembros que en el pasado apoyaron a Jan, están ya unidos a la causa de Font. Destacan nombres como los de Toni Rovira y Joan Franquesa, pero no son los únicos.
Víctor Font conversa con Antoni Bassas en la presentación de la candidatura 'Sí al futur' / SI AL FUTUR
Ha habido más reuniones, no solo para sumar adeptos a la causa sino también para intentar convencer a Laporta de que su momento ya pasó. Eso sí, Font está bien asesorado y tiene claro que no se lo puede decir así. Debe ser muy sutil para persuadirlo, en un cara a cara que todavía no se ha producido por más que hayan coincidido y charlado en algún acto de homenaje a Cruyff. Y seguramente no será suficiente con prometerle manejar las relaciones con FIFA y UEFA.
La paciencia contra las urgencias
La conocida testarudez de Laporta hace muy difícil convencerlo mientras tenga la idea de volver entre ceja y ceja, pero Font sabe que la candidatura de su probable adversario no hará más que dividir el voto entre dos colectivos que tienen diversos puntos en común, entre ellos, su pensamiento nacionalista y la particular ideología independentista de ambos líderes.
En un momento en que aparentemente la prioridad de ambos es sacar a Bartomeu del poder, resulta que las diferencias entre ellos también son importantes. La principal es que los dos quieren liderar el proyecto. La presencia de Antoni Bassas tampoco ayuda. Y mientras Laporta ve perfecto aguardar un año más para preparar el asalto, Font parece dispuesto a casi todo con tal de conseguir un anticipo electoral del que sería el principal beneficiado. El Barçagate, y todo lo que se derive de él, como las dimisiones de la junta o la denuncia de ocho socios, es su principal aliado.