A pesar de estar en pleno confinamiento, sin fútbol y en Semana Santa, la directiva del Barça ha estallado con seis dimisiones de directivos y graves acusaciones de uno de ellos, Emili Rousaud. El que hasta ahora era el favorito para ser el candidato continuista de Bartomeu, fue invitado a dimitir por parte del presidente. Fuera de resignarse y pasar desapercibido, en los últimos días Rousaud ha pasado por una gran cantidad de medios de comunicación donde ha criticado el mandato presidencialista de Bartomeu y especialmente la gestión del Barçagate.
Desde buen inicio, Rousaud avisó que no entendió los argumentos de Bartomeu por apartarlo en los que le acusaba de filtrar información y criticar a los directivos. De este modo afirmó que “se ha querido deshacer de nosotros, de los que éramos más críticos con el tema de las redes sociales”, tal como dijo en Culemanía. A su vez, confirmó que “se han evadido los controles internos del club y se ha hecho a propósito”. Rousaud precisamente estaba en la comisión de adjudicaciones, la cual se saltaron en el caso de las redes sociales en trocear las facturas en cantidades inferiores de 200.000€.
Las acusaciones del Barçagate
En todo este caso, Jaume Masferrer es uno de los hombres más señalados. De hecho, Bartomeu ya lo apartó de cargo y sueldo una vez salió a la luz esta información. Sin embargo, a Rousaud le sorprendieron algunos movimientos. “Me sorprendió que el martes un directivo me dijera que Masferrer le llamó para preguntarle cosas. Quizás está asesorando al presidente, no lo sé", comentó en la entrevista de la SER.
La acusación más grande que ha hecho hasta ahora ha sido la de que quizás ha habido alguien, de dentro o de fuera del club, que se ha embolsado parte de la cantidad que el Barça pagó. Rousaud lo argumenta diciendo que le sorprende la diferencia entre el precio de mercado y lo que se pagó. Los tres hombres que estaban más al cargo del proceso de monitorización eren Bartomeu, Oscar Grau y Jaume Masferrer. Sin embargo en la SER declaró que “estamos hablando de un ámbito penal y creo que ha de haber pruebas sólidas. No tengo ningún argumento para dudar de la honorabilidad de los tres”.
Estas acusaciones han provocado que el Barça lanzara un comunicado en el que “niega categóricamente cualquier acción susceptible de ser calificada de corrupción, y, por tanto, se reserva la interposición de las acciones penales que puedan corresponder”. De este modo se remiten a la auditoría de PriceWaterhouseCoopers y anuncian que en los próximos días complementaran la Junta Directiva.
La contratación de cinco empresas
La entrevista concedida este viernes a la Cadena SER también ha ofrecido nuevos detalles sobre el Barçagate en remarcar que, además de i3 Ventures, se contrataron otras cuatro empresas para la monitorización de redes sociales y que podrían estar vinculadas. “No es que sea el mismo propietario pero sí que hay unos elementos que te permiten deducir si lo que estás contratando al final es lo mismo. Eso creo francamente que quedó acreditado”, ha manifestado Rousaud.
De este modo, esto indica que hay otros hilos de los que se pueden estirar. Los periodistas que destaparon el escándalo, además, afirman que son conocedores de los nombres de estas empresas y que en los próximos días los darán a conocer. Sin embargo, Rousaud también mantiene que no cree que el Barça haya pagado por difamar a jugadores o personas del entorno azulgrana, ni que el informe sobre el plan de acusación a Víctor Font sea real. A su vez, también afirmó que, por lo que tiene entendido, el contenido básico de la auditoría sobre este caso ya está hecho y que solo falta terminar-la con un par de entrevistas más.