Josep María Bartomeu ha promovido una nueva revolución en el FC Barcelona. Esta vez, relativa a su junta directiva, muy agitada desde que estalló el Barçagate.
Las principales decisiones del presidente van dirigidas a rebajar atribuciones a cuatro directivos, especialmente dos: Emili Rousaud y Quique Tombas. El primero dio la cara en una entrevista para Culemanía donde mostró su descontento. El segundo guarda silencio.
Además de fulminar a los vicepresidentes institucional y económico, respectivamente, Bartomeu también podría rebajar a la condición de vocal a otros dos directivos, Josep Pont y Silvio Elías. Otros, como Jordi Moix y David Bellver, obtendrán galones. El martes hizo una ronda de llamadas para informar a todos, según ha podido saber Culemanía.
Pendientes de la próxima junta
Bartomeu llamó a los damnificados y les expuso lo que pensaba para pedirles la dimisión con el pretexto de que quiere una junta fuerte y cohesionada. Deslizó que había perdido la confianza en ellos debido a una serie de informaciones y actitudes que había corroborado. Pero también llamó al resto de directivos para informarles del movimiento que iba a llevar a cabo y de su voluntad de tener una junta unida en estos tiempos difíciles.
Emili Rousaud y Quique Tombas en el Camp Nou / REDES
A fecha de hoy, todavía no se sabe cuando será la reunión de junta directiva donde se harán oficiales los cambios, pero según ha podido saber Culemanía, algunos directivos están decepcionados con Rousaud, especialmente si se confirma que filtró determinadas informaciones. Extremo que éste niega con matices.
Versiones enfrentadas
Del mismo modo, hay miembros en la junta que sostienen que algunos directivos –entre ellos Rousaud– conspiraban contra Bartomeu y por ello promovieron un debate en junta sobre el posible avance electoral. Estos directivos consideran que “Rousaud quiso correr demasiado y se pegó una buena leche”. Opinión similar a la del exdirectivo Jordi Mestre, quien confirmó que “tal vez es Rousaud el que se ha emborrachado de poder” en poco tiempo.
Rousaud en un acto institucional del Barça / FC Barcelona
Posiblemente, el CEO de Factor Energía no supo gestionar la condición de favorito a liderar la candidatura continuista. Aunque defiende a ultranza que nunca conspiró contra Bartomeu, su versión explicada en Culemanía no coincide con la de otros directivos que interpretaron el debate sobre anticipar las elecciones como un órdago al presidente.
El presidente prioriza ahora recuperar la normalidad en la junta que gobierna y tendrá que activar nuevamente la búsqueda de un candidato continuista.