Leo Messi explotó. Y cuando el delantero argentino dice "basta", los cimientos del Camp Nou se tambalean. Tras diez días de especulaciones en los que se había dicho que la plantilla no parecía por la labor de bajarse el sueldo, el 10 salió al paso de las acusaciones y afirmó que los jugadores mostraron buena predisposición desde el primer día.

Después de informar de la postura del primer equipo, La Pulga lamentó la "presión" que se había ejercido desde ciertos estamentos del club para que hubiera acuerdo entre junta directiva y jugadores. Messi añadió que el motivo del retraso en la decisión era la búsqueda de una fórmula que ayudara al club y a los trabajadores.

Asimismo, Leo recalcó que los futbolistas son "los primeros que siempre hemos ayudado al club cuando se nos ha pedido. Muchas veces lo hemos hecho también por iniciativa propia, cuando lo creímos necesario o importante". El comunicado del argentino, compartido por sus compañeros más tarde, no es algo casual.

Acusaciones

Más allá de que todas las especulaciones de las últimas semanas hayan podido molestarle, la realidad es que el malestar de Messi con el FC Barcelona viene de lejos. Ya lo demostró en su respuesta a Eric Abidal en febrero, cuando el secretario técnico insinuó que algunos jugadores no estaban satisfechos con Valverde.

Abidal y Messi van por caminos separados / ARCHIVO

Al 10 no le gusta nada que desde el club se filtre la idea de que tanto él como el resto del equipo tienen mucho poder en la entidad. Tampoco le hace ninguna gracia que se les acuse de tomar ciertas decisiones y de imponer jerarquías. Y le molestó que se le vinculara a él de estar detrás del despido del Txingurri.

Que todo eso lo diga la prensa, pase. Pero lo que le molestó a Messi es que, encima, lo dejara en el aire el secretario técnico. Como hiciera el lunes, Leo venía arrastrando cierto malestar desde hacía meses y acabó explotando.

Cuestiones deportivas

Detrás de esta molestia se esconden también razones deportivas. Por un lado, no se ha diseñado la plantilla competitiva que él deseaba. Lo dejó claro en una de sus últimas entrevistas. El "no nos alcanza para ganar la Champions" era un dardo a la dirección deportiva, aunque hablara también del juego del equipo.

Leo Messi y Neymar Junior celebrando un gol con el Barça / EFE

Leo Messi y Neymar Junior celebrando un gol con el Barça / EFE

Y, evidentemente, el no fichaje de Neymar Jr tampoco gustó. Messi y el núcleo duro del vestuario presionaron para que el futbolista brasileño regresara, incluso Piqué admitió que se ofrecieron a aplazar sus cobros. Pero la postura inamovible del París Saint-Germain impidió la vuelta del astro carioca.

A todo esto hay que añadir que la plantilla mostró cierta disconformidad con la elección de imágenes que se hicieron en el documental MatchdayPiqué ya advirtió hace unos meses que "al final nos haremos daño". Ahora, la brecha entre directiva y plantilla parece demasiado grande como para repararla.