Es innegable que la relación que el Barça mantiene con la UEFA no es la mejor. El club azulgrana ha ido sumando, en el último lustro, multa tras multa por parte del máximo organismo europeo en sus partidos en la Champions League. La principal polémica y la que le ha costado más problemas y dinero al club catalán en Europa ha sido la presencia de símbolos políticos independentistas en sus partidos de la máxima competición europea. Motivo también por el que el Camp Nou se llena de silbidos cada vez que suena el himno de la competición.
Todo empezó en la llamada batalla de las esteladas, que tuvo lugar en la final de 2015 en Berlín. La UEFA sancionó con 30.000 euros a la entidada azulgrana por la presencia de banderas de aspiración independentista. El Barça, presionado incluso por jugadores como Piqué, anunció que recurriría la sanción pero no lo hizo. Posteriormente, el 20 de octubre de 2015, el club culé volvió a ser multado con 40.000 euros por esteladas en el partido de fase de grupos ante el Bayer Leverkusen. A raíz de ese segundo castigo, el club azulgrana anunció una suerte de tregua con la UEFA que se resolvió a final de curso con una nueva multa de 150.000 euros.
Pancartas y banderas esteladas en el Camp Nou en el primer partido tras la suspensión del clásico / EFE
A partir de esa temporada, las sanciones por símbolos políticos se redujeron, sin embargo el Barça empezó a estar en el centro de la diana de la UEFA. Desde entonces, el conjunto azulgrana ha ido acumulando pequeñas sanciones económicas por insuficiente organización, o por presencia de bengalas en partidos fuera de casa. La última, por un pequeño retraso en el partido ante el Nápoles en los octavos de final de la actual edición.
Ni el coronavirus salva al Barça
La UEFA ya anunció a principio de curso que sería especialmente cuidadosa con el inicio de los encuentros, por los derechos de televisión. En este sentido, el organismo, que se comprometió a cumplir las sanciones que vienen de los partidos de los octavos de final de la Champions League, informó de una multa al Barça por su último partido en la competición europea, en el campo del Nápoles.
El encuentro empezó con un pequeño retraso, por lo que la UEFA decidió multar con 15.000 euros a ambos equipos. No es la única sanción que se llevó el conjunto italiano ya que también tendrán que pagar 12 mil euros por utilizar punteros láser durante la ida de los octavos.
Busquets ve la amarilla en el Barça - Nápoles / EFE
El partido acabó en tablas. Un 1-1 que a priori favorece a los azulgrana de cara al partido de vuelta. Eso sí, si se acaba disputando. El máximo organismo sigue reunido para plantear diferentes escenarios, para cuando se puedan reanudar los torneos tras la crisis del coronavirus.
En este sentido, este miércoles la UEFA tendrá una nueva reunión por videoconferencia con las 55 federaciones para tratar el futuro de sus competiciones deportivas, principalmente la Liga de Campeones y la Europa League.