El coronavirus ha tocado por completo el deporte profesional. Hace ya varias semanas que la epidemia afectó al fútbol italiano, sobre todo la región de la Lombardia, donde se detectó el foco. Se tomaron varias medidas al respecto. Primero se anularon los partidos de vuelta de la Coppa de Italia, este fin de semana se disputaron a puerta cerrada y posteriormente se anunció la suspensión de toda la Serie A hasta el 3 de abril.
Esta diversidad de opiniones y de medidas han llegado a España y a las competiciones internacionales. Ya se conocía desde la semana pasada que el Valencia-Atalanta (3-4) de este martes se jugaría a puerta cerrada pues los de Bérgamo están en la zona de alto riesgo de la epidemia.
El partido entre Valencia y Atalanta se disputó a puerta cerrada | EFE
Ahora también afecta al Barça-Nápoles, anunciado sin público este martes por la mañana, aunque los de sur de Italia no son una zona muy afectada por el coronavirus. Minutos después se anunciaba que la Liga tomaba la decisión de disputar sin público las dos próximas jornadas ligueras del deporte profesional, amateur y formativo; incluida Primera y Segunda División.
Esperando a la UEFA
Todas estas decisiones se están tomando en convergencia entre las administraciones, las ligas y los equipos. También en Europa donde la UEFA no está actuando con un criterio concreto y bien definido. Mientras el Valencia caía sin público contra el Atalanta; en Alemania, el Red Bull Leipzig goleaba al Tottenham Hotspur (3-0) con el estadio lleno.
Lo mismo pasará la noche de miércoles. En París se disputa un apasionante PSG-Borussia Dortmund sin público. La Ligue 1 lleva dos semanas suspendiendo alguno de los partidos por miedo de contagio, como el Strasburg-PSG del pasado domingo. En cambio, Anfield estará lleno para ver la posible remontada del Liverpool contra el Atlético de Madrid.
Neymar en el partido ante el Borussia Dortmund / EFE
Un continente, pero disparidad de decisiones. Muchos se preguntan el porque de este trato diferente y si de verdad se están garantizando totalmente la sanidad para los asistentes. De momento, se echa en falta las decisiones de la UEFA. Quizás una de las medidas más adecuadas para quitar presión a las ligas sería aplazar la Eurocopa, una competición que ahora mismo queda en jaque.
La celebración del torneo europeo es lo que provoca que los clubes y las ligas deban jugarse sí o sí. El ejemplo está en Italia donde, tras unas semanas de aplazamiento y sin público, han visto que esto es un sinsentido y han decidido suspender la competición hasta a principios del mes de abril. Más tiempo para retomar las competiciones nacionales y terminarlas sin prisas sería lo más coherente.
Primer partido de la Premier suspendido
El contagio al coronavirus ha llegado a Inglaterra. Por primera vez se anunció la suspensión de un encuentro. El Manchester City-Arsenal queda pospuesto porque los jugadores y trabajadores del club gunner estuvo el miércoles pasado en contacto con Evangelos Marinakis, propietario del Olympiacos que sufre coronavirus, en partido de la Europa League.
Un partido del Manchester City contra el Arsenal / EFE
Los londinenses anunciaron que varios de sus jugadores y empleados estuvieron en contacto con el griego tras el partido y que “seguimos de forma estricta las pautas gubernamentales, que recomiendan que cualquier persona que entre en contacto cercano con alguien con el virus debe aislarse en su hogar durante 14 días desde la última vez que tuvo contacto. Como resultado, los jugadores no están disponibles para el partido del miércoles contra el Manchester City y la Premier League decidió que el encuentro debería posponerse”.
También añadieron que “los jugadores permanecerán en sus hogares hasta que expire el periodo de 14 días. Cuatro empleados del Arsenal, que estaban sentados cerca del señor Marinakis durante el partido, también permanecerán en casa hasta que se cumplan los 14 días”.
Queda claro que la falta de una política común está causando un auténtico vodevil en el mundo del deporte. Parece que los partidos se deben disputar sí o sí, con público o sin él. Los tres partidos de este miércoles son un vivo reflejo de la disparidad de decisiones: un Liverpool-Atlético con público, un PSG-Borussia a puerta cerrada y un City-Arsenal suspendido.