Luis Rubiales, contra las cuerdas. El exfutbolista podría tener los días contados en la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol. Llegó al cargo en 2018 y desde entonces ha protagonizado multitud de polémicas. Desde la destitución de Lopetegui hasta el conflicto entre Luis Enrique y Robert Moreno, pasando por la celebración de la Supercopa de España en Arabia Saudí.
A finales de 2019, el dirigente convocó elecciones a la presidencia. No fue algo voluntario, sino que todas las federaciones españolas están obligadas a realizar comicios en año olímpico. Su intención era que se celebraran en el primer semestre del año, para poder afrontar con estabilidad la Eurocopa y los Juegos Olímpicos.
Oficial
Por el momento, Luis Rubiales era el único candidato al cargo. Hasta este lunes. Íker Casillas, exfutbolista del Real Madrid y actual guardameta del Oporto, anunció que se presentará a las elecciones a través de su cuenta de Twitter: "Sí, me presentaré a la presidencia de la RFEF cuando se convoquen las elecciones".
En su breve comunicado, el portero aprovechó para mandar un recado a Rubiales y su gestión. O, como mínimo, lo pareció: "Juntos vamos a poner nuestra Federación a la altura del mejor fútbol del mundo: el de España".
Casillas aseveró que "estamos trabajando con el máximo respeto y decisión en nuestra candidatura. Más de 23.000 electores nos esperan en unas elecciones justas y transparentes. 139 asambleístas decidirán".
¿Retirada?
Con su candidatura a las elecciones de la Real Federación Española de Fútbol, es de suponer que Íker colgará las botas de forma definitiva. Así lo insinuó el propio arquero en su comunicado: "He informado de esta decisión al presidente de mi club, el Oporto, al que solo puedo expresar mi más profundo agradecimiento".
Casillas, en un partido con la selección española | EFE
Casillas, en un partido con la selección española | EFE
Casillas no viste de corto desde mayo de 2019, cuando sufrió un infarto de miocardio en un entrenamiento con el Oporto. Desde entonces ejercía de enlace entre la plantilla y la directiva del equipo portugués. Tras mucho sopesarlo, parece evidente que ha decidido por dar un paso al lado y colgar las botas.
Íker es uno de los peores rivales que podía tener Luis Rubiales para revalidar el cargo. La etapa del exfutbolista como presidente de la Federación podría estar llegando a su fin.