Incendio en Can Barça. Este martes, Eric Abidal encendió a Leo Messi tras comentar en una entrevista en el diario Sport que con Valverde “muchos jugadores no estaban satisfechos ni trabajaban mucho y también había un tema de comunicación interna”. Algo que hizo despertar la ira del capitán, que respondió a estas palabras con una publicación en Instagram.
El 10 no se calló ni una y explicó que “sinceramente no me gusta hacer estas cosas, pero creo que cada uno tiene que ser responsable de sus tareas y hacerse cargo de sus decisiones. Los jugadores de lo que pasa en la cancha y además somos los primero en reconocer cuando no estuvimos bien. Los responsables del área de la dirección deportiva también deben asumir sus responsabilidades y sobre todo hacerse cargo de las decisiones que toman”.
La respuesta de Leo Messi a las palabras de Abidal / Instagram
Para terminar, añadió un “por último creo que cuando se habla de jugadores, habría que dar nombres porque si no se nos está ensuciando a todos y alimentando cosas que se dicen y no son ciertas”. Una respuesta que quedó en el aire, pero generó un auténtico revuelo en los medios de comunicación. Ahora la gestión está en manos de Bartomeu.
Cumbre Abidal y Bartomeu
La mala planificación de esta temporada ejemplificada con el papel del club en el mercado de invierno provocó que Eric Abidal fuera objeto de todas las críticas. Su principal misión era traer un delantero centro por un buen precio, pero no fue así. No hay nueve y salieron tres delanteros jóvenes de la Masía: Carles Pérez, Abel Ruiz y Alejando Marqués.
La verdad sea dicha, el francés no gozaba de libertad total. El Barça no podía invertir muchos millones de euros en un ariete y buscaban una fórmula de cesión con opción de compra. También salió en la fotografía del nuevo entrenador, Quique Setién, tras la negativa de Xavi Hernández. En la misma entrevista de este miércoles tiró más leña al fuego con un “no le hicimos ninguna oferta; si la tiene, que la enseñe” en tono desafiador.
Grau y Abidal se reunieron con Dembelé en Doha | Culemanía
El pasado domingo, Abidal se vio las caras con Josep Maria Bartomeu, Òscar Grau y Ramon Planes para valorar los movimientos de mercado. Aunque este no fue nada positivo en el ámbito deportivo, el galo salió reforzado y se acordó que sería él quien daría la cara ante los medios, cosa que no ha ido nada bien para rebajar la tensión.
Este mismo miércoles habrá una nueva reunión. El presidente del Barça llega de viaje y tendrá que apagar el incendio. Antes, se verá las caras de nuevo con el secretario técnico y medita la posibilidad de tomar una decisión respecto a su futuro. Si se produce un relevo en la secretaría técnica, sería el quinto secretario en cinco años.
¿Cinco en cinco años?
Josep Maria Bartomeu cogió el cargo de presidente del Barça en funciones en 2014. En esa época el director deportivo era Andoni Zubizarreta, desde el 2010. Al mítico portero le llovieron las críticas por sus fichajes como el del Tata Martino. Se le destituyó tras la debacle de Anoeta cuando el presidente avanzó las elecciones al verano, que terminaría ganando al levantar el triplete.
Con la nueva junta directiva, cogió las riendas del equipo Robert Fernández. Tuvo la difícil misión de solucionar la salida de Neymar Junior en 2017 y lo hizo con los fichajes de Ousmane Dembelé y Philippe Coutinho al que veía como interior. Ninguno se ha adaptado como se esperaba. Se fue en junio de 2018 tras la debacle del Olímpico de Roma.
Robert Fernández con Pep Segura en una imagen de archivo / FC Barcelona
El último en salir fue Pep Segura, que se desvinculó del Barça en julio de 2019. También entró en 2015 como director del fútbol base y en 2017 fue nombrado director general deportivo. En su etapa, el club se convirtió más en un equipo vendedor que comprador y fue duramente criticado por la elección de algunas firmas como Malcom, Arturo Vidal o Yerry Mina.
Si en los próximos días Eric Abidal es destituido, Josep Maria Bartomeu tendrá que nombrar un quinto responsable de la secretaría técnica en cinco años, algo que dice muy poco de la estabilidad que pide un equipo como el Barça. Las elecciones están en el horizonte -en teoría en 2021- y la entidad está viviendo unas semanas de tensiones pocas veces vistas en los últimos años.