El pasado viernes llegaron buenas noticias desde los tribunales para el FC Barcelona. El club azulgrana anunció, a través de un comunicado, que la justicia había desestimado una demanda de daños y perjuicios instada por Mediapro contra el FC Barcelona por una cantidad de 1.443.861 euros. La empresa dirigida por Jaume Roures alegaba incumplimiento del contrato de cesión de derechos publicitarios.
Asimismo, el juzgado de Primera Instancia de Barcelona condenaba a la compañía catalana a pagar 1.252.034 euros al club azulgrana en concepto de diversas contraprestaciones y liquidaciones pendientes que la entidad reclamó. Fue el punto y final a un contencioso que empezó en mayo de 2018 y en el que hubo demandas cruzadas, con muchos contratos sobre la mesa. Detallamos a continuación los entresijos de una sentencia a la que ha tenido acceso Culemanía.
Derechos publicitarios
La primera demanda la puso el FC Barcelona. El club blaugrana reclamaba a Mediapro 1.694.000 euros por el contrato de cesión de activos publicitarios de la temporada 2015-16. La empresa, en su alegación, admitió tal deuda, pero matizaba que dicha cifra debía servir para compensar créditos pendientes. Además, la compañía señalaba que había que tener en cuenta los daños y perjuicios que había provocado el incumplimiento del contrato.
El cofundador de Mediapro, Jaume Roures / EP
El 5 de julio de 2018, la sociedad dirigida por Jaume Roures interpuso una demanda reconvencional contra la entidad catalana reclamando 1.433.861 euros como indemnización por el mencionado incumplimiento. Mediapro señalaba que el Barça había ejercitado de mala fe el derecho de recuperación de los derechos publicitarios que se habían previsto en el contrato. Se habían pactado tres temporadas (desde la 2015-16 a la 2017-18) y cuando los azulgranas se echaron atrás solo había pasado un mes y medio desde que se firmó el contrato.
La compañía añadía que el FC Barcelona no justificó que la recuperación de los derechos fuera necesaria para el programa de patrocinio. Tampoco había explotado los derechos que había recuperado. Los blaugranas, por su parte, alegaron que habían recuperado los derechos en el plazo pactado con la empresa y que no tenían necesidad de justificarse ni de presentar documentación.
Lo que reclamaba el Barça
Más allá de los derechos publicitarios, en su demanda original el FC Barcelona reclamaba otras cuantías a Mediapro. Por una parte, solicitaba 6.442,69 euros por la gestión de la televisión del club. En este apartado, a diferencia de los derechos publicitarios, la compañía admitía la deuda pendiente.
Captura de la sentencia que condena a Mediapro a pagar al Barça
Por otro lado, el club catalán solicitaba 217.219,20 euros por la cesión de 16 asientos en el lateral y otros nueve en la zona de jugadores durante la temporada 2015-16. La empresa de Roures lo negó en un primer momento, pero un mensaje del 2016 la delató: en dicha comunicación, Mediapro aseguraba que esas localidades debían servir para aligerar la deuda. O lo que es lo mismo, pasaron de negar la concesión a admitirla, aunque seguían negando la deuda.
Lo que reclamaba Mediapro
Más aspectos y mayor cuantía reclamaba la compañía. Pedía 1.609 euros por la producción de cuatro vinilos, el FC Barcelona lo negó y la documentación que presentó solo contaba con datos de la demandante, no de la demandada. Lo mismo sucedió con los 665 euros correspondientes a servicios logísticos. El Barça también negó los 10.890 euros correspondientes a los servicios de montajes de sistemas. Sí admitieron los azulgranas la deuda de 14.520 euros en relación con el mantenimiento de las instalaciones en las temporadas 2015-16 y 2016-17.
Asimismo, Mediapro solicitaba 379.714 euros más IVA por la contratación de minutos de visibilidad garantizada que el FC Barcelona recompró a Umedia en la temporada 2013-14. Servía para cinco partidos del Camp Nou y seis como visitante. Por último, la empresa reclamaba 47.200 euros, IVA incluido, después de que el FC Barcelona contratara con Umedia la presencia de REGAL Seguros en el toldo de salida de los vestuarios a la pista del estadio. El club catalán matizaba que un correo electrónico daba las facturas por cobradas.