Ernesto Valverde ya es historia del Barça. El Txingurri fue despedido la noche del lunes a través de un escueto comunicado y tras una ardua negociación con Josep María Bartomeu. Al ex entrenador culé no le convencieron las formas que tuvo el club azulgrana a la hora de llevar a cabo su rescisión de contrato.
Josep Maria Bartomeu y Eric Abidal, piezas clave en las tensiones con Valverde / EFE
Y es por eso que la negociación con su agente, Iñaki Ibañez, no fue ni fácil ni rápida al principio. Tras las malas formas de la directiva azulgrana, Valverde se mostró muy duro y contudente en la negocación de su liquidación. Un hecho sorprendente y más teniendo en cuenta el carácter afable del extremeño.
Así, el ex técnico del Barça decidió no renunciar a los bonus que tenía fijado en el contrato fijados en caso de ganar títulos, según confirmó SPORT. Por tanto, Valverde no percibirá nada por la Copa del Rey porque no llegó a disputarla, pero sí en LaLiga y en la Champions.
Destensar la cuerda
Aunque Valverde luchó por mantener los bonus en caso de ganar las dos competiciones más importantes, sí que renunció a parte del salario que le debía el club por el año y medio que le quedaba de contrato, según avanzó MundoDeportivo. En ese sentido, y tras conseguir los bonus, el ex entrenador azulgrana dio órdenes a su agente para finalizar su relación contractual con el FC Barcelona de la forma más amistosa posible.
Ernesto Valverde y Josep Maria Bartomeu / REDES
Así, las negociaciones con Òscar Grau, que horas antes definió los detalles del contrato de Quique Setién hasta 2022, llegaron a buen puerto y el Barça consiguió no tener que pagar a Valverde el año y medio íntegro que le quedaba de contrato. Por tanto, el Txingurri mostró una elegancia en incluso en la negociación final, perdiendo incluso dinero, para que ambas partes acabasen sin malas caras. Un nuevo gesto que le honra.