Ver para creer. En febrero de 2019, la Real Federación Española de Fútbol anunció públicamente que cambiarían el formato de la Supercopa de España por uno un poco más atractivo y donde poder ver más partidos de alto nivel. Dejaría de ser un partido a ida y vuelta o una final, como se vio en Tánger.
La apuesta del presidente Luis Rubiales fue una final a cuatro con dos semifinales y una final. Esta la deberían disputar los dos finalistas de la Copa del Rey y los dos primeros clasificados de la Liga. ¿Qué suele suceder? Que alguno de los cuatro coincide y se abre el debate.
En este caso coincidió el FC Barcelona. Los culés ganaron el título liguero y llegaron a la final de la Copa del Rey donde cayeron ante el Valencia. Tenemos pues dos de los participantes de la Supercopa. El tercero era el Atlético de Madrid, que quedó segundo clasificado en la tabla.
Una imagen de la final entre Barça y Valencia de la Copa del Rey / EFE
La gran duda estaba en la cuarta y última plaza. Real Betis, semifinalista de la Copa, y Real Madrid, semifinalista y tercer clasificado, se disputaban una plaza. La RFEF sin dudarlo expuso que participarían los blancos por motivos relacionados con el coeficiente del equipo.
La final deseada (e injusta)
Hace unas temporadas, ni Atlético de Madrid ni Real Madrid deberían haber disputado nunca esta competición (sin mencionar la sede elegida, Arabia Saudí). Luis Rubiales y la Federación esperaban una gran final y la suerte en el sorteo colocó a culés y merengues en semifinales separadas.
Con el conjunto de Zidane con los deberes hechos, solamente quedaba esperar quien sería el finalista: colchoneros o catalanes. Fuera cual fuera, sería la final soñada para los saudíes y, por lo tanto, en beneficio de la RFEF. Los del Cholo Simeone remontaron y habrá derbi madrileño en la Supercopa.
Los jugadores del Atlético celebrando el gol del empate a dos / EFE
Sea quien sea el ganador, no es un título que se hayan merecido. Sí, ganaron las semifinales, pero la participación de este torneo les cayó del cielo. Ambos conjuntos parecen muy motivados para alzar el campeonato que, de momento, seguirá con el formato actual durante los próximos cursos a pesar de las críticas.