En el punto de mira. Javier Tebas, presidente de la Liga, ha protagonizado multitud de polémicas en los últimos meses. El principal conflicto lo mantiene con Luis Rubiales, dirigente de la Real Federación Española de Fútbol. Primero tuvieron una guerra por los horarios. Luego, por el encuentro de Estados Unidos que debían disputar Villarreal y Atlético de Madrid.
En ambos casos acabó ganando el órgano comandado por el exfutbolista. Además, el empresario ha empezado a cosechar enemigos en los clubes. Su decisión de aplazar el clásico y de moverlo a un día que no convenía ni a FC Barcelona ni a Real Madrid provocó el enfado de azulgranas y blancos.
Dimisión
Es tan comprometida la situación que vive Javier Tebas al frente de la Liga que este lunes ha anunciado su dimisión a través de sus redes sociales. No es, sin embargo, una dimisión convencional, sino que el hasta ahora presidente de la patronal ya ha comunicado que tiene la intención de presentar una nueva candidatura para dirigir el organismo.
Javier Tebas, en un acto público de la Liga / EFE
Con este movimiento, Tebas adelanta unas elecciones que en principio estaban previstas para octubre de 2020. Llegó al poder en el año 2013 y, de ser reelegido, empezaría su tercer mandato al frente de la Liga.
Con esta decisión, el empresario español contradice las palabras que pronunció hace tan solo una semana en una entrevista para el diario As. Tebas señaló que no había pensado en un adelanto electoral: "No he reflexionado sobre ello. Como trabajo como CEO mis objetivos son otros. Ir a China, negociar con Estados Unidos..."
Estrategia
Esta decisión se debe, en gran parte, al recelo y las críticas de algunos clubes, como podrían ser el FC Barcelona o el Real Madrid. Si bien sus medidas han sido aprobadas con una mayoría aplastante en las últimas asambleas, cada vez son más las entidades contrarias a que Tebas presida la Liga.
Imagen de archivo de Javier Tebas, dirigente de la Liga / EFE
De esta forma, tras sondear el malestar de algunos clubes, el empresario ha acelerado el proceso para adelantar sus movimientos a posibles candidaturas rivales que pudieran surgir. Quién sabe si la era Tebas ha acabado. Lo único que está claro es que la carrera electoral ha empezado.