No hay día que Gerard Piqué no sea noticia. Este martes se confirmó lo que era un secreto a voces. La empresa Kosmos, propiedad del central catalán, tuvo un papel clave en la siguiente celebración de la Supercopa de España, que se disputa en enero en Arabia Saudí.
Como ya avanzó Núria Casas en Culemanía, el jugador del Barça jugó un papel crucial en las negociaciones y, aunque Luis Rubiales explicó que la RFEF no le pagó ninguna comisión, no entró a aclarar si la otra parte sí que negoció con la empresa del 3. Así lo confirman las últimas informaciones.
Rubiales presentando la Supercopa de España / EFE
“Piqué, no, pero Kosmos, una empresa en la que está él en su accionariado, nos presentan a la gente de Arabia Saudí”, explicó el presidente. También añadió que “para nada, y en ningún momento, hay ningún comisionista. Al menos, por nuestra parte”.
24 millones para Piqué
Según informa el medio digital NIUS Diario, el pasado 11 de septiembre, en una reunión en Londres, se firmó el contrato para celebrar la Supercopa de España en Arabia Saudí que garantizaba 10 millones de euros por temporada a la RFEF y 30 a los clubes españoles.
También se negoció entonces una comisión de cuatro millones de euros para la empresa de Gerard Piqué. Como que el contrato es por los próximos seis años, estando los tres primeros garantizados, se puede embolsar un total de 24 millones de euros. Los tres últimos años dependen de la voluntad del país organizador.
Rubiales, Ramos, Piqué e Hierro en una imagen de archivo / EFE
La UEFA ya recomendó que los clubes no jugasen en países donde no se respeta los derechos de las mujeres, pero la Real Federación Española de Fútbol siguió con la negociación. Las primeras quejas no se hicieron esperar. Los operadores de televisión han hecho boicot a la federación y no hay ninguna puja para emitir la competición.
Estas informaciones también apuntan que los representantes de Kosmos actuaron como intermediarios oficiales del organismo de fútbol español. El presidente Luis Rubiales firmó un documento que les facultaba para negociar en nombre de la entidad pública española como asesores.
Aunque la empresa catalana trabajaba para la RFEF, para evitarse problemas de imagen se prefirió que fuera el país asiático quien pagara directamente la comisión y no pasara por la Federación. El contrato firmado con los saudíes repercute también en España, donde está la sede de la empresa.