Los gastos del FC Barcelona están disparados. La dimensión de un club tan global, el primer en superar los 1.000 millones de euros en un presupuesto anual de ingresos, conlleva pagar ese precio. La plantilla del primer equipo es donde más dinero se invierte, ya que el club hace frente la masa salarial más elevada de toda Europa: 525 millones de euros (más 146 millones en amortizaciones). Tampoco es baladí la cifra destinada a los traspasos, a los jugadores de las diversas secciones profesionales y a los mismos cuerpos técnicos.
Asimismo, hay que tener en cuenta a todos aquellos empleados del club cuya función no es tan visible: los ejecutivos. El pasado ejercicio el FC Barcelona destinó prácticamente cuatro millones de euros (3.985.000 concretamente) para los sueldos del también llamado comité de dirección. Salen baratos si se compara con lo que ingresan los futbolistas, pero hay que tener en cuenta que ahí no están incluidos salarios como el de Éric Abidal.
El comité de dirección lo conforman 15 ejecutivos que, pese a estar lejos de lo que perciben las estrellas, han visto sus emolumentos incrementados de manera ostenisble este año. El aumento implementado ronda el medio millón de euros con respecto al curso anterior: en la temporada 2017-18, el club pagó 3.499.000 euros a los altos ejecutivos de la entidad mientras que el año anterior la cifra ascedía a 2,8 millones. Es decir, en dos años se invierte un 25% más en esa parcela. Si bien no son públicos los datos sobre lo que cobra cada uno de ellos, sí se conocen los nombres, apellidos y funciones de esos 14 responsables de la dirección del club.
Òscar Grau, CEO del club
El más importante en la jerarquía de mando, aunque siempre por debajo de la junta directiva --seguramente muchos directivos no estén de acuerdo por la falta de información que tienen sobre algunas cuestiones-- no es otro que Òscar Grau, director ejecutivo del FC Barcelona. Es uno de los hombres fuertes de la parcela económica, encargado de presentar anualmente los presupuestos de gastos e ingresos, pero también con incidencia en la deportiva. Llegó al club en 2015 como director de las FCB Escoles y en 2016 se convirtió en el CEO de la entidad. Como asistente tiene a Roser Gil, que no forma parte del comité de dirección.
Frenkie de Jong, con Josep Maria Bartomeu y Óscar Grau en la firma del acuerdo / FC BARCELONA
Grau tuvo un papel clave en el fichaje de Frenkie de Jong. Se desplazó hasta Amsterdam junto con Josep Maria Bartomeu y Pep Segura para cerrar con éxito la incorporación del centrocampista holandés. También intentó negociar con el Atlético de Madrid para fraccionar el pago de la cláusula de Antoine Griezmann y, posteriormente, se encargó de atar un crédito de 35 millones para costear una pequeña parte de la operación. Incluso participó en las reuniones para calibrar las posibilidades de fichar a Neymar. Su función fue la de poner los topes económicos que tanto hicieron enfadar a Messi.
Áreas de dirección
Por debajo del CEO Òscar Grau se ramifican las areas de dirección en distintos especialistas. Uno de los más importantes es Jordi Joly, el director corporativo del club y mano derecha de Grau, con la misión de descargarlo de responsabilidades. Bajo su paraguas se engloban cuatro áreas estratégicas con sus respectivos directores.
Ellos son Pancho Schroder (área de finanzas y relaciones estratégicas), Gemma Biosca (recursos humanos), Xavier de las Moras (operativa de instalaciones o, dicho de otro modo, seguridad) y Sergi Jerez (tecnologías e información). Además de ellos cabe destacar a la siempre atareada Mària Vallès, directora de la Fundació Barça.
Dependiendo directamente de Òscar Grau destacan el área de fútbol --Abidal, Ramon Planes, Bakero, Amor y Kluivert, entre otros, están al mando pero sus salarios no está incluidos en los cuatro millones del comité de dirección-- y otras ocho áreas cuyos responsables enumeramos a continuación: Albert Soler (director deportes profesionales, es decir, de fútbol y las secciones profesionales), Guillem Graell (Marca, fue uno de los salpicados por la polémica del cambio de escudo), Xavier Asensi (área comercial), Javier Sobrino (estrategia y conocimiento), Pere Jansà (área social), Bill Mannarelli (patrimonio y Espai Barça), Román Gómez-Ponti (servicios jurídicos) y Joan Carles Raventós (gestiona la sociedad BLM, que comercializa la ropa y artículos del Barça).
Noelia Romero, 'compliance officer'
Una de las personas con un cargo más alto dentro del organigrama de la entidad es Noelia Romero, compliance officer del FC Barcelona. Llegó a la estructura del club el pasado febrero reemplazando a Sabine Paquer. Es licenciada en Dirección y Administración de Empresas por la Universitat de Barcelona. Sin embargo, ella, como los siguientes ejecutivos, conforma la estructura ejecutiva del Barça pero no forma parte del comité de dirección remunerado en base a los citados cuatro millones de euros.
Romero ha trabajado en varias compañías multinacionales en sus 15 años de experiencia. Su trabajo consiste en supervisar el cumplimiento de las normas del Barça y participa en la toma de decisiones, aunque su labor pasa desapercibida a ojos de los medios. Antes de llegar al Camp Nou fue jefa de Auditoría Interna en Blackstone Group Spain.
El asesor del presidente
Otro hombre fuerte de la cúpula del club al margen del comité de dirección es Jaume Masferrer, al mando del gabinete de presidencia y, por lo tanto, asesor directo del presidente Bartomeu. Fue el director de su campaña para las elecciones de 2015 y también dirigió la campaña de Sandro Rosell en 2010, ambas saldadas con un rotundo éxito a nivel de resultados. Le ayuda en su gestión del día a día la secretaria de presidencia, Anna Casal, y tiene bajo su supervisión los departamentos de comunicación del club, con Toni Ruiz y José Manuel Lázaro a la cabeza, y de protocolo, donde otra mujer toma protagonismo: Anna Sagués.
Jordi Cardoner, Sandro Rosell, Jaume Masferrer y Josep Maria Bartomeu / ARCHIVO
También con vinculación directa a la junta directiva está el auditor interno del club, de nombre prácticamente desconocido, pero con una labor muy importante que se aprecia cada año en la elaborada memoria anual del club. Se llama Manel Mangado y es el cuarto pilar que sostiene a ese comité de dirección que, luego, tiene a muchos otros ejecutivos por debajo.