No habrá reunión, reproches, ni encuentro agendado entre Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona y Gerard Piqué, tercer capitán del conjunto azulgrana. Las declaraciones del futbolista en la zona mixta tras ganar al Getafe (0-2) el pasado fin de semana no fueron en vano.
Piqué volvió a utilizar a los medios de comunicación para mandar un mensaje al palco del Camp Nou y a su vez criticar a algunos periodistas por creer y dar voz a versiones que desde dentro del vestuario son argumentos sin fundamentos. De una forma educada, pero consciente en todo momento sobre su palabras, el central espetó: "Tenemos que estar todos juntos, jugadores, afición y junta directiva… Cuando dos no se quieren enfadar, no hay discusiones. Hay que mantener al club unido porque si no, nos haremos daño”, apuntó.
Gerard aprovechó los micrófonos para pedir unidad al barcelonismo, pero sus palabras sonaron a toque de atención más que a reconciliación. Unas palabras que hacían alusión directa al artículo que escribió Xavier Bosch en Mundo Deportivo con el título “Así consiguió el vestuario del Barça todo el poder”.
No hay crisis
Mientras en el vestuario se tomaron esas palabras como un ataque directo, la junta directiva entendió que su aparente falta de autoridad se había trasladado fuera de los muros del Camp Nou. Una situación que niegan desde la entidad, pero que se refuerza tras el "sabemos cuáles son los medios afines al club y algunos artículos, a pesar de quien los firme, sabemos quién los ha escrito. No queremos conflictos” de Piqué.
Unas palabras que reavivan una polémica siempre viva en los grandes clubs, pero que no obligara a Bartomeu a tomar cartas en el asunto. Mientras algunos medios aseguraban que el presidente se citaría con el central para limar asperezas, La Vanguardia informa de que dicho encuentro no se producirá de forma premeditada.
Gerard Piqué agradeciendo el apoyo de la afición del Barça en Getafe / EFE
Bartomeu quiere hablar con Piqué tras sus declaraciones para entender qué ocurre dentro del vestuario, pero no agendará un encuentro como si se tratara de una cuestión de estado. Desde la directiva consideran que las palabras de Piqué fueron desafortunadas. El fichaje frustrado de Neymar, la salida de algunos jugadores que finalmente siguen de azulgrana o los resultados deportivos no acompañan a enturbiar unas aguas que ya andan revueltas.
La reprimenda pública
Así pues, Bartomeu hará caso omiso, al menos de momento, a la declaraciones del Piqué. Hasta ahora, el único toque de atención público que ha recibido el futbolista ha sido por parte del Col·legi de Periodistes de Catalunya. Tras sus declaraciones, emitió un comunicado en las redes sociales en los que recordaba la libertad de expresión de la prensa y el respeto por la profesión:
"Los profesionales de la información no aceptamos y lamentamos las acusaciones de este fin de semana del futbolista Gerard Piqué contra compañeros periodistas, a los que acusa de escribir al dictado de otros. Desde el Col·legi de Periodistes de Catalunya no nos cansaremos de pedir más respeto para el oficio y sus profesionales". Piqué vuelve al foco de la polémica, pero no habrá reprimenda interna.