Nuevo frente abierto para Luis Rubiales. El exfutbolista no está dejando indiferente a nadie en sus primeros 16 meses como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Acabado su conflicto con Javier Tebas por los horarios de la Liga (de momento), ahora se ha enfrascado en una guerra con Jaume Roures y su empresa, Mediapro.
Todo empezó el pasado sábado en el duelo entre Athletic Club y Valencia. Cheryshev puso por delante a los chés tras una jugada en la que Maxi Gómez partía en posible fuera de juego. El VAR consultó las imágenes y acabó otorgando el gol al comprobar que el delantero estaba en línea con el zaguero del conjunto vasco.
Pero la primera repetición que se vio por televisión no lo mostraba así y parecía que Maxi Gómez estaba en posición antirreglamentaria. Se creó la duda acerca del funcionamiento del VAR hasta que en el minuto 60, más de media hora después de la jugada en cuestión, desde la sala VOR enseñaron una imagen que confirmaba que, efectivamente, el delantero del Valencia partía en línea con el defensa.
Manipulación
Cabe recordar que este verano la RFEF otorgó la realización del VAR a la empresa Hawk Eye y se la arrebató a Mediapro. La empresa de Jaume Roures, en cambio, se encarga de la producción de los partidos de Liga aunque perdió los derechos en favor de Movistar. Es decir, que la compañía del catalán fue la que emitió las imágenes que crearon la duda entre los espectadores.
La imagen que confirmaba la posición legal de Maxi Gómez / RFEF
El mismo sábado, la Federación publicó un duro comunicado en el que matizaba que "el productor del partido ha emitido unas imágenes sobre una hipotética línea de fuera de juego que no se corresponden con las del VAR. Imágenes sin ningún tipo de rigor técnico que ofrecen una visión distorsionada de la jugada. Resulta inapropiado insertar imágenes del VAR sin serlo y para más despropósito, manipulando las imágenes pudiendo cuestionar públicamente la decisión del árbitro".
El ente dirigido por Luis Rubiales añadió que "los responsables de la retransmisión del partido han traspasado una línea roja de modo intolerable y deberán responder ante los organismos competentes por su acción ilegal y, si fuese el caso, delictiva. La RFEF elevará la denuncia pertinente a los organismos judiciales y futbolísticos internacionales para que analicen la situación y apliquen las medidas correspondientes. Estamos convencidos de que estas irresponsables acciones podrían conllevar sanciones graves".
La respuesta
Como es evidente, Mediapro no se iba a quedar con los brazos cruzados y este lunes respondió a las acusaciones de la Federación. La empresa dirigida por Jaume Roures señaló que después de que el árbitro diera por bueno el gol "la sala VOR siguió sin contestar a los requerimientos de la realización".
La imagen que emitió Mediapro de la polémica jugada
La compañía se defiende explicando que "los responsables de la realización emitieron todas las repeticiones disponibles para ofrecer a los espectadores todos los puntos de vista posibles" y señala que "estas repeticiones no se rotularon como VAR ni los comentaristas las identificaron como tal y en ningún momento se produjo ninguna manipulación de imágenes".
Mediapro recalca que "las imágenes de la jugada del VAR no llegaron al control de realización hasta 40 minutos después de producirse el gol. Calificar esto de manipulación y acusarnos de crear alarma social sí es traspasar todos los límites". Para concluir, recadito a la RFEF: "Tal vez estaban motivados por las críticas y comentarios que ha recibido el funcionamiento del VAR por los graves problemas y retrasos".