Neymar Júnior ha vuelto a Barcelona, pero no es para quedarse. El fichaje imposible del verano lo seguirá siendo, todavía más, si cabe. Este viernes se celebra el enésimo episodio esperpéntico de un culebrón que nació en 2013 (aunque su origen se remonta a 2011) y que ya puede catalogarse de la operación más rocambolesca de la historia del fútbol.
El crack brasileño y su padre están citados en la sala 221 de la Ciutat de la Justicia por el juzgado de lo social número 15 de Barcelona para verse las caras con los representantes del FC Barcelona a las 9:30 horas. Esa es la hora de la vista, aunque está previsto que las partes se vean antes en privado para hacer un último intento de conciliación que será en vano.
El Barça no cede a las pretensiones de Neymar
Culemanía está en disposición de asegurar que será en vano porque el Barça no está dispuesto a ceder a las pretensiones económicas de los Neymar, que ya han ofrecido en varias ocasiones rebajar sensiblemente el precio de la reclamación, pero no de renunciar a ella. A menos que haya una sorpresa muy sonada, y que nadie espera, por parte del clan brasileño, todo apunta a que el juicio se celebrará con normalidad.
Una foto de Neymar Jr. tras llegar a Barcelona / Twitter - Marc Fuster
Si bien está confirmada la presencia de los Neymar, padre e hijo, porque este jueves por la tarde aterrizaron en Barcelona, desde el Barça no aclaran si alguien de la junta directiva acudirá al pleito laboral. Sin embargo, está completamente descartada la presencia del presidente Bartomeu, según informan fuentes del club a este medio.
Los abogados del club
Por parte de la entidad azulgrana se espera al jefe del departamento jurídico, Román Gómez Ponti, y de los tres abogados independientes contratados para representar los intereses del Barça. Ellos son Josep Maria Costa, Joaquim Torrecilla y Carles Maccgrah, especialistas en derecho laboral.
La función de los letrados será demostrar que el Barça no tenía obligación de pagar la totalidad de la prima de renovación que reclaman los Neymar: un montante de 43 millones de euros más el 10% de intereses tras descontar los 22 millones que ya se le avanzaron en concepto de prima los veranos de 2016 y 2017. En total, la citada prima ascendía a 65 millones divididos en cinco temporadas.
Buena y mala fe
Para ello, deberán tirar de argumentario y mucha jurisprudencia. Los abogados del club tienen en su haber sentencias de tribunales españoles que, en casos similares, han entedido que la cantidad objeto de reclamación no debía abonarse porque, en aras de la buena fe, se entendía que el pago estaba supeditado al cumplimiento de determinadas obligaciones. En este caso, el club entiende que la prima estaba supeditada al cumplimiento de un contrato y que al no producirse ese cumplimiento, tan solo se debe abonar la parte proporcional a los años de contrato cumplidos: uno y algunos meses.
Bartomeu en la última renovación de Neymar / EFE
Otro probable argumento del Barça será la mala fe de Neymar al fichar por el PSG, ya que se esperó al 31 de julio de 2017 para poder cobrar precisamente una nueva parte correspondiente de la citada prima, que fue debidamente abonada. Una vez cobrado el dinero, el delantero se marchó al PSG. La operación se oficializó el 3 de agosto, pero se había tejido mucho antes a espaldas de la directiva.
El Barça reclama 75 millones a su favor
Además de sostener que no se deben abonar esos 43 millones más intereses reclamados por Neymar, el club defenderá en este caso como parte actora que son los brasileños quienes deben indemnizar al Barça con 75 millones de euros. Una reclamación que parece más difícil que prospere, pero que también supone un riesgo para el clan carioca.