Sin tregua. Víctor Font está decidido y con la Asamblea de Compromisarios a la vuelta de la esquina --el próximo 6 de octubre-- el precandidato a la presidencia tiene una hoja de ruta muy marcada. El voto electrónico es una de sus apuestas personales para llegar a la presidencia del Barça en las elecciones del 2021.
Un objetivo vista a dos años, pero por el que ya tiene un equipo y unos pilares con los que trabaja codo con codo para acercarse al socio y al aficionado. Además de contar con el beneplácito de Xavi Hernández, el abogado catalán considera fundamental que el voto electrónico sea una realidad para cuando se produzcan los comicios. Una forma de conseguir la elección de un mayor número de socios, especialmente de aquellos que no viven en la capital catalana.
Pese a la imposibilidad de aplicarse de forma inmediata, dada la Ley del Deporte y la rigidez de la Generalitat --ya que actualmente la Ley del Deporte no permite la introducción del voto electrónico y no se tramitará hasta dentro de un año-- Font continúa ganando adeptos a pie de calle.
En campaña
Como hizo en el Barça - Valencia, la visita del Villarreal al Camp Nou este martes es otra oportunidad para el precandidato para acercarse a otros gran número de socios y aficionados que irán al estadio. En el segundo encuentro en casa, Font estuvo presente en los aledaños del estadio dando a conocer las ventajas del voto electrónico y los motivos de su introducción. En cuatro stands en los alrededores del Camp Nou y otros dos fuera del estadio, Font puso en conocimiento a miles de aficionados y socios que acudieron al partido las ventajas del voto electrónico.
Una foto de Víctor Font, precandidato a la presidencia del Barça / Twitter
Una puesta en escena que repetirá este martes y que tomará otro color. Con la Asamblea de Compromisarios a la vuelta de la esquina, el precandidato pretende recopilar firmas de los socios del club para que el próximo 6 de octubre la actual junta directiva apruebe la introducción del voto electrónico. Para ello, necesita un 3% del sufragio pasivo de los socios, es decir 3.253 firmas, aunque parece que podría conseguir más.
De conseguir el sí en la Asamblea, solo faltaría que el Parlament de Catalunya aprobara la nueva Ley del Deporte que incluye esta modalidad de voto.