Cambio y evolución obligatoria. Así se presenta el fútbol después de que el nuevo reglamento aterrizara en el deporte rey este verano. Desde junio pasado las asociaciones encargadas de llevar a cabo el reto oficializaron la variación de algunas normas que habían subsistido y regido el fútbol mundial durante décadas.
Entraron en vigor el pasado 1 de junio, pero la escasez de partidos --a excepción de la Copa América y partidos de selecciones europeas-- por el parón de vacaciones, alejaron del foco mediático unos cambios oficiales que ya han aterrizado en todas las Ligas. Con las competiciones regulares iniciadas, las normas que rigen el fútbol del siglo XXI todavía sorprenden a muchos espectadores. Pero no solo a ellos, también a los futbolistas.
Las normas fueron aprobadas por la IFAB (International Football Association Board) que está conformada por las cuatro asociaciones de fútbol del Reino Unido y la FIFA. Unas normas que se estrenaron en el campeonato sudamericano que ganó Brasil, pero que ya están en vigor la Liga y se estrenarán en Champions la semana que viene y en la Copa del Rey este invierno.
¿Cuáles son los cambios más destacables?
Las nuevas normas, en su mayoría, estarán siempre secundadas a las interpretaciones arbitrales. Los colegiados serán los encargados de aplicarlas, pero ¿cómo afectan al juego? En primer lugar cabe recordar la presencia del VAR por segunda temporada. Irrumpió la pasada temporada en la Liga española y lo hizo para quedarse. Este curso volverá a ser la herramienta que ayude a corroborar que la normativa se cumple.
Bajo la supervisión de la videotecnología, aunque siempre primará el criterio arbitral, un cambio muy importante se sitúa en las penas máximas. El lanzamiento desde los once metros sufren un cambio considerable que, por fin, beneficia a los guardametas. Los cancerberos ya no tendrán la obligación de tener los dos pies sobre la línea, bastará con uno. Algo que les facilitará la intercepción de los disparos y dificultará la decisión de los lanzadores. Eso sí, se mantiene intacto la normativa base: no podrán adelantarse a la línea.
Una foto de Marc Ter Stegen durante el partido ante el Betis / EFE
Otro de los cambios en los penaltis son los lanzadores. Solo en el caso de pena máxima, si el jugador que recibe la falta queda lesionado en el verde y es el lanzador del penalti, podrá quedarse dentro del terreno de juego para ser atendido sin la obligación de abonadar el rectángulo como ocurría hasta ahora.
También en beneficio de los porteros, se elimina una práctica muy habitual en las faltas frontales, especialidad de lanzadores como Leo Messi. Ahora está prohibido que los jugadores rivales se integren en la barrera y deberán situarse al menos a un metro. Se acabó la estampa de jugadores de distintos equipos posando ante el lanzador.
Otro de los cambios que afecta a los porteros son los saques de portería. Hasta ahora el esférico tenía que salir de su área para que un defensor pudiera entrar en contacto con el balón, pero ahora podrán estar dentro del área. Una normativa que aporta infinidad de alternativas a los equipos a la hora de sacar el balón jugado y que minimiza algunos riesgos.
Ahorro del tiempo
Otro de los cambios más valiosos apunta directamente a la amortización del tiempo de juego. Con marcadores a favor, los sustituciones se entendían en los añadidos como una pérdida de tiempo. Los jugadores tardaban demasiado tiempo en llegar a donde se sitúa el cuarto árbitro --al lado de los banquillos-- pero se acabó. A partir de ahora tendrán que abandonar el terreno de juego por la zona del campo en la que estén más próximos.
Sin necesidad de abrazarse a sus compañeros o agradecer al estadio su apoyo. Pueden seguir saliendo por la línea donde se sitúa el luminoso que indica el cambio, pero deberá ser al trote para agilizar el trámite. De no ser así, serán amonestados con tarjeta amarilla. Y en ese apartado, el de las amonestaciones con tarjeta, entran también los entrenadores.
Ahora los árbitros podrán amonestar y expulsar a los técnicos o integrantes del staff técnico como si de un jugador se tratara. Además, de cometerse una infracción disciplinaria desde el banquillo y no identificarse al infractor, la amonestación la recibirá el técnico principal. Al sumar cinco amarillas, se perderá un partido.
Skomina revisa en el VAR la jugada del primer gol del Ajax / EFE
Otro de los cambios más destacables será la exclusividad de la vídeotecnología a pie de campo. Se mostrará tarjeta roja a la persona del cuerpo técnico que acceda a las inmediaciones del VAR situado en el terreno de juego. Y hablando de rojas, hay varios jugadores que ya conocen la norma como Luca Modric, pero traerá cola. A partir de ahora, cualquier falta cometida en el talón de aquiles implicará la expulsión inmediata del infractor tuviera o no intencionalidad.
Y con el VAR como coprotagonista, los colegiados solo podrán podrán cambiar una decisión en una circunstancias: cuando se deba amonestar a un jugador por un incidente anterior.
Estrategia, manos y formalidad
Otros de los cambios más destacables es la readaptación del bote neutral al juego actual. Mientras hasta ahora si se detenía el juego, ambos equipos disputaban el esférico en un bote neutral --en el que participaba un jugador de cada equipo-- ahora el juego se reiniciará en el mismo lugar donde se interrumpió el juego y a cargo de un jugador del equipo que tocó por última vez el balón antes del parón.
El resto de jugadores deberán posicionarse a una distancia mínima de cuatro metros. Otro de los aspectos más polémicos será la interpretación de las manos. Todos aquellos goles que se hayan producido con la mano en la definición final o en la jugada previa se anularán sin excepciones y sin importar la voluntariedad del jugador. Asimismo, y como le ocurrió a Piqué, si el esférico toca el brazo de algún jugador y es una posición antinatural del cuerpo se señalará falta o penalti según dónde se cometa la infracción sin excepciones. Asimismo, será sancionado.
La estrategia también sale ganando. Las pizarras de los entrenadores cuentan ahora con mayores recursos. Mientras hasta ahora los tiros libres debían ir entre los tres palos de forma directa, ahora se podrá efectuar un pase dentro del área cuando se ejecuta un tiro libre. Por último, y no menos importante, la estética rebaja el rigor.
Las camisetas que lleven los jugadores debajo de la oficial o las mallas podrán ser de varios colores e incluso estampadas, siempre y cuando el color de la manga sea exactamente igual a la de la camiseta.