Todos los directivos del FC Barcelona ostentan cargos en grandes empresas, pero si hay alguien que destaca por encima de todos es Javier Bordas. El directivo azulgrana es actualmente uno de los vocales del club, pero desde la repentina salida de Jordi Mestre el pasado mes de junio, el empresario catalán --licenciado en Administración de Empresas y Executive MBA por ESADE-- ha asumido el rol de vicepresidente deportivo en la sombra.
Bordas (5 de marzo de 1961) es el socio 12.353, uno de los que tienen más antigüedad en la actual junta directiva, por delante incluso del presidente Bartomeu. Tan solo Silvio Elías y Jordi Cardoner se unieron antes que él a la masa social del club. Es conocido popularmente como el rey de la noche barcelonesa, gracias al conglomerado de empresas que dirige junto a su hermano Ramón, el Grupo Costa Este, con más de 20 discotecas y restaurantes.
Su rol en la directiva pasa muy desapercibido a ojos de los medios de comunicación, pero sin duda es uno de los hombres fuertes de la junta. Tiene voz y voto para todos los asuntos que maneja el club, especialmente, en materia de fichajes. Una situación que se confirmó este martes cuando fue el elegido por Josep Maria Bartomeu, para viajar junto a Òscar Grau y Eric Abidal hasta París y negociar con Leonardo, director deportivo del PSG, y Nasser Al-Khelaïfi, el traspaso de Neymar Jr. al Barça.
Un hombre de negocios
El sector que domina a la perfección, más allá de su reconocida pasión por el fútbol, el de la fiesta nocturna de la capital catalana. Bordas posee en propiedad discotecas y restaurantes tan conocidos como Pachá Barcelona, Opium, Bling Bling, Nuba o los restaurantes Cachitos de Diagonal y la Rambla Catalunya. Todos ellos parecen funcionar.
Más allá del ocio nocturno, el directivo azulgrana tiene cargos relevantes en otras sociedades. Bordas figura hasta en 18 sociedades en las que ostenta diferentes roles. Administrador, consejero, apoderado, director general, presidente o administrador solidario son algunos de los ejemplos que se encuentran bajo su nombre en empresas como Atalaya Real State SL., dedicada a la promoción inmobiliaria, o Borbro SL., destinada a salones de juego.
Muchos ingresos, muchas pérdidas
Del sector de la construcción los beneficios fueron escasos. Pese a ostentar un activo de dos millones de euros, cerró el ejercició con pérdidas de 20.000 euros. Mejor le va en las sociedades que representan el conglomerado de discotecas y bares de Barcelona como Opium Mar SL., Grupo Costa Este SA., Sky Bar Paseo de Gracia SL. o Lounge Sotavento SL.
Por ejemplo, una de sus mayores sociedades, Ocio Management SL, facturó tres millones de euros en 2017, pero cerró el ejercicio con pérdidas de 61.000 euros. Peor le fue a una de sus empresas vinculadas a una de sus discotecas más famosas. Lounge Sotavento S.L. llegó a la friolera de 10 millones de euros en facturación, pero perdió 646.194 euros al acabar el 2017. Algo que también se trasladó a otro de sus mayores activos, Terraza Maremagnum S.L con unas ventas de casi 1,5 millones de euros y unas pérdidas de 295.000 euros.
Conglomerado de millones
Pérdidas muy destacables que se desprenden de los datos oficiales del Registro Mercantil de Barcelona de 2017. El directivo azulgrana es administrador único de más de una decena de empresas que facturan millonadas. Un crecimiento abismal si además se tiene en centa que muchas de ellas se crearon con un capital inicial inferior a 20.000 euros. La empresa Terraza Maremagnum, S.L, una de las que present pérdidas, constituyó con un capital social de 3.000 euros.
Cabe destacar que casi todas sus sociedades, o en las que tiene un cargo, obtuvieron beneficios en 2015 y 2016 hasta el batacazo de 2017. La facturación creció, pero empresas que superaban el millón de euros cerraron el ejercicio con pérdidas. Números negativos, pero mínimos para un empresario que mueve millones de euros. No parece preocupante.
Problemas con Hacienda
Asimismo, como otros jugadores azulgranas, Bordas tampoco ha podido escaparse del acecho de Hacienda. En 2016, la Agencia Tributaria solicitó una multa de dos a tres millones de euros para los dueños del Grupo Costa Este por presunto fraudecontra el erario público. Una causa que se abrió en la Operación Chopin, una investigación comandada por la Agencia Tributaria que peinó discotecas de toda la península en dos fases en julio y octubre. "En el caso de los Bordas, fueron implacables. Registraron despachos y clubes, se llevaron documentación e incluso visitaron casas particulares. Sabían qué buscar", informó Crónica Global por aquel entonces.
Una multa que no ha impedido que el empresario catalán y su hermano extiendan su imperio de ocio. Con presencia en Barcelona, Madrid y Marbella, los dos hermanos ampliaron su imperio nocturno en Londres el pasado mes de noviembre con la apertura de Opium London que ya brilla en la capital británica.