El Barça puede poner fin a su vinculación con Ariedo Braida en las próximas horas. El ojeador italiano de 73 años estuvo este lunes junto a su abogado con la intención de tratar su salida del club catalán. Tiene contrato hasta el final de mandato de Bartomeu, 2021, pero no llegará a la fecha.
Llegó al club en enero de 2015, una semana después de la dimisión de Andoni Zubizarreta, para formar parte de la Comisión Técnica como asesor de fútbol internacional. Su punto fuerte era -en teoría- el mercado italiano. Lo avalaban 27 años como director general del AC Milan entre 1986 y 2013.
Ariedo Braida en una imagen de archivo / EFE
Durante su etapa en el coloso italiano consiguió firmar a figuras como Van Basten, Ruud Gullit o Frank Rijkaard. Fue uno de los causantes del equipo de Sacchi que metió miedo a toda Europa y levantó dos Champions League. Se fue por una disputa entre Berlusconi y Galliani.
Poca relevancia en Barcelona
Uno de los retos que tenía el italiano en Barcelona era firmar a Paul Pogba. En 2015, año de su llegada, el futbolista francés brillaba en la Juventus de Turín y quería salir de la Serie A. Los azulgranas no podían incorporar debido a una sanción de la FIFA y consiguió que lo retuvieran un año más.
Este pequeño éxito le valió la renovación hasta 2021. Una temporada más tarde, y ya pudiendo fichar, el centrocampista cogía rumbo al Manchester United por 105 millones de euros. “Pogba es un gran jugador, genial y como todo gran club europeo que se aprecie el Barcelona se ha interesado por él”, dijo sobre el futbolista reconociendo el interés.
Paul Pogba en un partido con la Juventus de Turín / EFE
Públicamente, Braida reconoció que mantenía grandes relaciones -incluso de amistad- con directivos de la Juventus, concretamente con Giuseppe Marotta que, por aquel entonces, director general y CEO de los italianos. Sus contactos no dieron buenos frutos.
Su última incorporación
El trabajo del ojeador italiano deja más sombras que luces en el Camp Nou. Pocos fichajes importantes llevan su nombre. En el último que participó activamente fue en el recambio de Munir el Haddadi. El escogido fue Kevin-Prince Boateng. El ghanés solo disputó cinco partidos en todo el curso: tres de Liga, uno de Copa y la Supercopa de Catalunya.