Mino Raiola es uno de los agentes más controvertidos y polémicos del fútbol mundial. Futbolista al que lleva, futbolista cuyo posible fichaje por otro equipo se convierte en un culebrón. El barcelonismo lo conoció por primera vez gracias al fichaje de Zlatan Ibrahimovic, el gran tesoro del italiano. Con ese traspaso, el agente se embolsó un millón de euros por cada uno de los cinco años que firmó el sueco. Aunque solo cumpliera uno.
La salida del delantero trajo mucha polémica. El representante y el futbolista criticaron a Pep Guardiola, y las relaciones entre Raiola y el club catalán empeoraron sustancialmente. El italiano la tomó con Sandro Rosell, presidente en el momento de la venta del escandinavo, y Josep Maria Bartomeu, que por aquel entonces era el vicepresidente deportivo.
Desde entonces, el agente no ha hecho ni un solo favor a la entidad azulgrana. No solo eso, sino que siempre ha tratado de perjudicarla. En 2017, el Barça se interesó en Verratti, pero tanto el PSG como Raiola lo pusieron muy complicado. Este año, sin ir más lejos, el club catalán tenía entre ceja y ceja el fichaje de De Ligt, pero finalmente el agente logró que el holandés fichara por la Juventus de Turín.
La perla
Por si no fuera suficiente, Mino Raiola se la ha jugado otra vez este verano al FC Barcelona. El italiano es el representante de Xavi Simons, el último canterano azulgrana que ha abandona La Masia. Tenía una oferta de renovación sobre la mesa con la que se hubiera convertido en uno de los tres jugadores de las categorías inferiores mejor pagados. Pero el agente lo estropeó todo.
Xavi Simons en una imagen de archivo jugando con el Barça / EFE
Raiola le presentó una oferta del París Saint-Germain. La diferencia entre el contrato de los franceses y el de los catalanes era notable. Tanto económicamente como deportivamente. Y es que con solo 16 años, Simons firmó un contrato profesional con el club parisino por las próximas tres temporadas, hasta 2022.
La salida del holandés no hace más que agravar la fuga de talentos que ha sufrido La Masia en los últimos años. Con la marcha del joven centrocampista, las miradas se vuelven a centrar en Josep Maria Bartomeu y la gestión del fútbol formativo. Mino Raiola lo ha vuelto a hacer.
Buena relación con Laporta
Y es que no es solo que el italiano se lleve mal con el actual presidente, sino que guarda muy buena relación con Joan Laporta, el rival por la presidencia de Sandro Rosell, Bartomeu y compañía. Siempre que ha podido, Raiola ha tratado de beneficiar al abogado y perjudicar a la junta directiva actual.
Pogba y Raiola en una imagen de archivo / Twitter
Lo hizo en las elecciones de 2015, por ejemplo, donde avisó que si Laporta alcanzaba la presidencia, Pogba vestiría de azulgrana. Y, como informamos hace unas semanas, no se puede descartar que haya seguido la misma táctica con De Ligt. La cláusula de escape del holandés con la Juventus insinúa que el italiano podría tratar de beneficiar otra vez a su amigo.