El Barça continúa en la búsqueda incesante de alrededor de 600 millones de euros para financiar el Espai Barça. Una operación histórica en el club catalán que incluirá la remodelación del Camp Nou, el Palau Blaugrana y una remodelación total de los alrededores del estadio y que incluye también la construcción del estadio Johan Cruyff para el filial y el femenino que se inaugurará este agosto al lado de la Ciutat Esportiva Joan Gamper.
La operación lleva cociéndose a fuego lento más de cinco años, cuando se aprobó el proyecto, pero hasta la fecha la entidad azulgrana no ha dado con un patrocinador que le convenza definitivamente para poner el apellido al nuevo estadio. Las propuestas que ha tenido sobre la mesa hasta ahora se han centrado en aseguradoras internacionales, como AXA o Allianz, pero el que ha sonado con más fuerza ha sido la farmacéutica catalana Grífols.
Pero ante la incertidumbre que genera la operación, y según informó El Confidencial, el club catalán ha contratado los servicios de JB Capital Markets para conseguir el capital suficiente con el que financiar el nuevo feudo azulgrana. Una empresa propiedad de Javier Botín, hermano de la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, y presidente de la Fundación Botín, el mayor inversor histórico de la primera entidad financiera de España.
Los ingresos
El club catalán necesita 600 millones de euros para ejecutar la operación y que se repartirá en distintos inversores. La empresa que finalmente se adjudique los title rights del estadio aportará, en un principio, entre 200 y 300 millones de euros, mientras que la otra mitad restante la sufragarán los ingresos generados por la nueva zona comercial y los otros 100 o 200 millones restantes se conseguirán a través de un préstamo bancario.
Un préstamo bancario del que Javier Botín será el encargado de negociar a través de su empresa. Según sostiene el digital, Botín ya ha ofrecido la operación a distintas entidades bancarias para conocer su predisposición a participar en un crédito sindicado que podría superar con amplitud los 200 millones inicialmente previstos mientras se sigue negociando el ‘naming’ del Camp Nou.
El negociador
Pese a que el proyecto se aprobó hace un lustro, la ausencia de un patrocinador ya ha retrasado el inicio de las obras dos años y la junta directiva, liderada por Bartomeu, quiere encontrar 200 'kilos' para poder empezar las obras aunque no tenga cerrado un acuerdo con la empresa que dará nombre al estadio.
Y es que ese es uno de los principales problemas a los que se enfrenta esta junta directiva. Mientras que la mayoría de patrocinadores en el naming de los estadios abonan anualmente su participación económica, Bartomeu espera encontrar un sponsor que aboné 200 millones en un solo pago. Una propuesta que no convence a los principales candidatos que ya se han retirado de la puja.