Terremoto en la junta directiva del FC Barcelona. Este miércoles, Jordi Mestre presentó su dimisión como vicepresidente deportivo de la entidad catalana. El empresario deja el club nueve años después de su llegada. Fue Sandro Rosell quien le dio un cargo en 2010, y de la mano de Josep Maria Bartomeu en 2014 ascendió al puesto de vicepresidente deportivo, en el que se mantuvo hasta ahora.
El catalán alegó "motivos personales" así como "fuertes discrepancias internas" de la directiva en la gestión deportiva, y también se mostró descontento por el rumbo que ha tomado el FC Barcelona. Pero, ¿cuáles son los motivos que habrían empujado a Mestre a dejar el cargo? Los repasamos a continuación.
Vocación
La principal razón parece ser su elección por unanimidad como nuevo presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona. El ya ex vicepresidente azulgrana era el único candidato que aspiraba a la presidencia y relevó así a Jordi Clos, que acumulaba 20 años en el cargo. Hasta ahora, Mestre ocupaba una de las vicepresidencias.
Jordi Mestre en un acto públic en Can Barça / EFE
El empresario está muy ilusionado con el cargo y prefiere anteponer sus negocios al FC Barcelona. Este nuevo cargo y las responsabilidades que éste conlleva le motivan, y se quiere dedicar a ello al cien por cien. Si bien es su verdadera profesión, no deja de ser una decisión algo egoísta con la que ha dejado colgado al club azulgrana en el inicio de un verano que se antoja clave para el futuro de la entidad.
Aunque está muy ilusionado con la posibilidad de ser el presidente del Gremi d'Hotels, en la dimisión de Mestre también ha pesado el hecho de trabajar durante nueve años en el Barça en un cargo como el de vicepresidente deportivo. El empresario está desgastado, cansado, y ha preferido centrarse en la que es su verdadera profesión.
Discrepancias y diferencias
Su nuevo cargo y su desgaste no es lo único que ha empujado a Jordi Mestre a dejar el cargo que ostentaba hasta hace unas horas. Las discrepancias provocadas en la junta por las decisiones que se tomaron en las últimas semanas, como la continuidad de Ernesto Valverde, y las que deben tomarse en las próximas, como la probable llegada de Griezmann y el posible fichaje de Neymar, también podrían haber contribuido a su dimisión.
Una foto de Pep Segura, director deportivo del Barça / Twitter
La gota que podría haber colmado el vaso es la discusión acerca del futuro de Pep Segura dentro del organigrama culé. Mestre era uno de sus grandes defensores, pero en la junta directiva son cada vez más las voces que apuestan por su cese como mánager deportivo. Ante esa posibilidad, el empresario habría presentado su dimisión antes de que se pueda producir el despido de Segura.
También podrían haber influido sus contínuos conflictos con Javier Bordas, otro de los directivos con fuerza en la parcela deportiva. Su relación deja mucho que desear, no tan solo por sus diferentes puntos de vista, sino porque al dedicarse ambos a negocios relacionados con la hostelería mantienen cierta rivalidad.
Amistad duradera
La dimisión de Jordi Mestre sorprendió tanto por el momento como la forma en que se produjo. El empresario ascendió al cargo de vicepresidente de la mano de Josep Maria Bartomeu en 2014, con quien mantiene una gran relación personal desde que se licenciaran juntos en ESADE. Siempre han estado muy unidos y el presidente siempre tuvo confianza ciega en él, motivo por el que sorprende esta decisión tan repentina.
Jordi Mestre en un acto junto con Josep María Bartomeu / EFE
También llama la atención que lo haga a dos días de que se produzca la presentación de Frenkie de Jong, a quien debía acompañar en la rueda de prensa y la foto protocolaria. Esta noticia restará protagonismo al holandés en sus primeros días como azulgrana, cuando la intención del club era precisamente que nada ni nadie le hiciera sombra.