Mucho trabajo y pocos días para cerrar el primer mercado de ventas del Barça, dividido en fases por el propio club. A cargo de dicha misión, tan urgente como laboriosa, estará Pep Segura, director deportivo del FC Barcelona. Su figura está en el punto de mira. El triste final de temporada del equipo dejó a muchos señalados --en todas las esferas del club-- y él fue uno de ellos quien, de momento, también salvó su cargo.
De hecho, mientras se ratificó la figura de Ernesto Valverde al mando del equipo, la persona que más críticas recibió y que llegó a pender de un hilo fue la del mánager. Su gestión en materia de fichajes quedó en evidencia en apenas dos partidos en los que las bajas, la ausencia de alternativas reales y la falta de ambición de algunos futbolistas pusieron en entredicho sus decisiones.
Este verano tendrá otra oportunidad para convencer a la directiva y al barcelonismo con fichajes de renombre y garantías, pero antes de enfrentarse a las negociaciones en materia de llegadas, deberá mostrar su mejor faceta en las salidas.
Cuadrar las cuentas
El club catalán necesita entre 70 y 80 millones de euros para cuadrar las cuentas antes del 30 de junio. Una cifra que evitaría declarar un déficit al que la junta no quiere hacer frente y que ha parado todas las incorporaciones. Las salidas importantes que protagonizarán algunas 'vacas sagradas' del equipo se han paralizado hasta julio, pero el club tiene claro que en junio se deben producir ventas que puedan reconvertir esa cifra en negativo.
Jugadores de perfil medio o con menor protagonismo en el primer equipo y que tienen pretendientes en otros equipos como Jasper Cillesen, André Gomes, Denis Suárez o Rafinha. Son cuatro de las ventas obligadas del club que a razón de 20 millones cada uno --aunque se espera sacar algo más-- maquillarían lo que actualmente son números negativos.
Una foto de Rafinha y Denis Suárez en el banquillo del Barça / Twitter
Esa es la prima prueba de fuego del director deportivo después de mantener su cargo. Más tarde, tendrá que negociar para encontrar los millones que la directiva pide por jugadores como Coutinho, Rakitic o Malcom. Pero, paso a paso.
Los retos
El reto es mayúsculo. No por la dificultad de endosar a estos jugadores en otros equipos sino porque las urgencias del club catalán son vox populi. Todos los pretendientes de los todavía jugadores azulgranas saben que el Barça está contra las cuerdas y a contrarreloj. Una situación que les pone en una posición aventajada. Quedan apenas 15 días para que llegue fin de mes y el paso de las horas pone en aprietos las cuentas del club.
Por ello, la estrategia está clara. Negociar y encontrar un precio acorde que facilite un acuerdo, pero a un precio menor del que realmente ostentan estos jugadores en el mercado. El club catalán tiene claro que no regalará a ningún futbolista, pero las prisas podrían reducir el precio de jugadores tan encarrilados como Cillessen o Denis Suárez para llegar a un acuerdo definitivo.
Una foto de archivo de Paulinho y Paco Alcácer en el Barça / EFE
De momento, bajo su gestión, se computan los ingresos de Paulinho y Paco Alcácer después de ser traspasados al Guangzhou Evergrande y Borussia Dortmund respectivamente, por 50 y 23 millones respectivamente. También cuentan jugadores del filial como Arnáiz o Cucurella, por cifras menores, y con opciones de recompra.
El aval
Son las últimas ventas más destacadas, pero en total suma 134 millones de euros. Sin contar la salida de Iniesta --que se marchó gratis--, jugadores como Yerry Mina (30,25), Digne (20,20), Deulofeu (13), Aleix Vidal (9,3) y Marlon (6) dejaron buenas cantidades en las arcas azulgranas. Un montante que se suma al capital ingresado por futbolistas cedidos como Alcácer --posteriormente traspasado-- André Gomes y Denis Suárez.
Segura empieza su primer examen con una cuenta atrás y un objetivo claro.